lunes, 11 de enero de 2016

Loca

  El estado en que Payaso Demonio encontró a Sabrina era lamentable. Había perdido completamente la razón. Cuando llegaron a la ciudad, John ya no estaba. Se había ido de voluntario seis meses a un intercambio policial con un país extranjero. Su hermana Donna terriblemente decepcionada tampoco quiso saber nada de ella. Fue su suegra, la que finalmente tomó la decisión de ingresar a Sabrina en un centro para enfermos mentales, tras comprobar que estaba completamente loca... 



 Seis meses después, tras una llamada del doctor Méndez, el corazón de Donna se apiadó de su hermana y decidió ir hasta la casa de reposo.
 La visión de aquellos enfermos le produjo un escalofrío por todo el cuerpo. El doctor Méndez fue muy amable guiándola por aquellos pasillos. Conforme avanzaba por ellos, Donna no se podía quitar de encima el sentimiento de culpabilidad por haber abandonado en ese frío y lamentable lugar a su hermana durante todo aquel tiempo.
Enfermo mental: - ¡Es el fin del mundo! ¡Todos vamos a morir! ¿Quieres ver mi refugio nuclear?
Enferma mental novia: - Chan chan chan... chan chan chan... ¿Has visto a mi novio? ¡¡¡No lo encuentro por ninguna parte y la ceremonia va a empezar!!!
Enferma mental del cepillo: -Deja que te cepille los cabellos. Me encanta tu melena...
Enfermo mental: - ¡Ven! ¡Va a estallar todo!
Donna:  ¡AHH!
Enfermo mental Cutreman: - ¡Tranquila, ya está aquí Cutreman para salvarte!
Doctor Méndez: - Dejad tranquila a la señora, Cutreman, ve a buscar al novio de Cecilia, creo que lo he visto en el refugio nuclear de Paquito.
Doctor Méndez: - Señorita Donna, gracias por atender mi llamada. Sabrina ha mejorado mucho respecto a cuando ingresó. Ya no dice ver zombies que la atacan... Pero necesitaría de la ayuda de su familia, para que la terapia que estoy llevando con ella no quede estancada y consigamos sanarla por completo. Ahí la tiene... 
Donna: - Sabrina... Hermanita... ¿Pero por qué la han traído a la enfermería? ¿Qué le sucede?
Doctor Méndez: - Es un control rutinario por su estado...
Sabrina: - ¡Donna! ¡Hermana, has venido!
Donna: - ¡¿Embarazada?! ¿Pero cómo no me han avisado antes?
Doctor Méndez: - Intentamos contactar con su familia pero no cogían el teléfono.
Sabrina: - John y yo vamos a tener un bebé. Cuando John lo vea, me va a perdonar y se le va a olvidar todo lo malo que he hecho... Porque él me quiere... Lo sé... Serán gemelos, un niño y una niña...y compraremos un panda pequeñito como mascota. Vamos a ser muy felices en nuestra nueva casa...
Donna: - ¿Puedo?...
Sabrina: - Sí... ¡Se ha movido! ¡Oh, Sabrina! Siento tanto no haber venido antes... John no va a venir. Se marchó a Clikonia. Rose se fue con él y...
Sabrina: - ¿Eh?
Sabrina: - ¡ESO ES MENTIRAAAA! ¡MENTIROSAAAA! ¡MALAAAA! ¡JOHN ME AMA! ¡ÉL NUNCA SE IRÍA CON ESA FURCIA! ¡NO ERES MI HERMANA!
Donna: - ¡SOCORROOO!
Doctor Méndez: - ¿Qué le ha dicho?...
Donna: - Yo... Sólo le dije la verdad respecto a su novio...
Sabrina: - ¡¡¡JOHN ME AMA!!!! ¡ME AMA A MÍ!
Doctor Méndez: - ¡Salga de aquí, por favor!
Donna: - Hermana...
 Media hora después...
Doctor Méndez: - Su hermana ha tenido una recaída. Sus palabras han provocado en ella un nuevo shock. Niega la realidad y su mente se protege refugiándose en su mundo imaginario de los zombies. Le contaré todo lo que ha sido de ella durante estos seis meses...
Cuando su hermana llegó hace seis meses, el doctor Luconnor se encargó de su caso. Al principio ella no salía de su habitación, su mente se hallaba inmersa en ese mundo imaginario y febril de zombies y de un pantano lleno de monstruos y payasos demonios.
El doctor la sometió a varias pruebas para tratar de averiguar que misterios escondían su mente.
  Pero nada sirvió para lograr que Sabrina volviera a la realidad...
Doctor Luconnor: - ¡Señorita Sabrina, admita que ese Payaso Demonio y ese pantano no existen! ¡Ni los zombies! ¡Ni esos piratas con un panda como mascota!...
Sabrina: - ¡Le repito que son reales! ¡Y esos zombies nos atacaron! ¡Y si no quiere creerme, no lo haga pero déjeme en paz, viejo baboso loquero! ¡Quiero irme a mi casa! ¿Dónde está John? Es policía y cuando se entere que me han retenido aquí, les cerrará este lugar insalubre y todos irán a la cárcel...
  Como se negaba a cooperar para su sanación, hubo que aumentar la dosis de pastillas que la mantenían relajada en su habitación.
 No se relacionaba con el resto de enfermos. 
Sus reacciones con sus compañeros eran violentas y sólo venían a corroborar su demencia...
Enferma mental del cepillo: - ¡Qué trenza más bonita! ¿Quieres que te cepille el pelo?
Sabrina: - ¡Déjame locaaaaa!
Enfermo mental Elvis: - Hola, soy Elvis... Si quieres, te canto una canción...
Sabrina: - Elvis, jajaja y yo soy la reina Evelyn de Wensuland y te ordeno que cierres el pico, ¡locoooo!
Enfermo mental: - Necesito tu gorra para pasar desapercibido. Me persigue la Clía...
Enfermo mental Cutreman:- ¡Doctor Desquicio, acabaré contigo! ¡Mi super-oído escucha a un gatito en apuros!
Enferma mental: - ¡Me has mirado mal!
Enferma mental del cepillo: - Ven que te cepillo el cabello...
Enfermo mental a caballito: - ¡Sube a mi caballo, yo te llevaré trotando!
Sabrina: - ¡Dame mi gorra! ¡Locosss! ¡Soy todos unos dementes! ¡Os odio a todos! ¡¡¡AHHHHHHHHH!!!
Doctora Bravo: - Sabrina, tranquilícese, le vamos a poner una inyección que la va a dejar muy relajada...
  Unos días después Sabrina acudió a la doctora Bravo.
Sabrina: - Doctora, llevo días que no me encuentro bien... Todo me da vueltas, vomito todo lo que como...
Doctora Bravo: - Las medicinas que estás tomando son muy fuertes, podrían causarte esos efectos secundarios...
Sabrina: - Ayúdeme, por favor...
 Tras eso, Sabrina se desvaneció y la doctora Bravo se encargó de hacerle unos análisis, para averiguar que mal tenía. Fue entonces cuando descubrió que Sabrina se encontraba embarazada.
Doctora Bravo: - La paciente está embarazada. Doctor, debe abandonar esas prácticas experimentales con ella. A partir de ahora llevará su caso el doctor Méndez.
Desde ese momento me interesé por investigar su caso y llegar al fondo de ella. Mis pesquisas dieron su fruto. Sabrina empezó a confiar en mí. Fue entonces cuando pude averiguar el origen de todo su mal. 
Doctor Méndez: - Usted padece una obsesión compulsiva por los clicks... Quiere ser el centro de atención siempre del sexo contrario, le gusta que los clicks la miren y la deseen y odia por eso a todas las clacks que le hacen competencia. Ese odio le ha llevado a ver zombies en todas ellas... y el Payaso Demonio simboliza su sentido de culpabilidad por el daño que causa a sus seres queridos con su actitud... Ese panda que dice ver y que llevan sus amigos es en realidad el cariño que le gustaría tener, ese lado tierno y sensible que esconde...
Sabrina: - Sí... Yo sólo quiero que me quieran, doctor...
Donna: - Doctor Méndez, ¿entonces mi hermana se curará? ¿Podré llevármela a casa pronto?
Doctor Méndez: - Su hermana ha sufrido una crisis puntual pero se curará. Para ello es fundamental que estén a su lado. Sería decisivo que el padre del niño. ese John, que ha sido la pareja más estable de su hermana, viniera a verla...
Donna: - Él no sabe nada acerca de este embarazo. De hecho yo misma tengo dudas de que ese niño sea suyo. Aunque por el tiempo del que está, debería ser de John. Hablaré con él y lo traeré. Haré todo lo que esté en mi mano para salvar a mi hermana de la locura. Doctor, me gustaría verla antes de irme. 
Doctor Méndez: - Sí, ahora estará más tranquila, puede ir a verla y despedirse.
Donna: - Sabrina, cariño, tengo que marcharme... Sabes que te quiero, hermanita. No hemos tenido una vida fácil y has cometido muchos errores pero siempre seremos hermanas y estaré a tu lado... Hasta pronto.
Sabrina: - ¡Espera, hermana!
Donna: - ¿Eh?
Sabrina: - ¡Tienes que sacarme de aquí! ¡Prométeme que me sacarás! Tengo miedo por mi niñito. ¡Están todos locos! Yo sólo quiero volver con John y formar una familia, como la de Sus y Diamante... ¡Mi familia!
Donna: - Te prometo que te sacaré de este lugar, hermanita. Vamos a luchar juntas, para que seas feliz y cumplas tus sueños
 Antes de marcharse, la doctora Bravo abordó a Donna.
 Doctora Bravo: - Usted es la hermana de Sabrina, ¿verdad? No se fíe del doctor Méndez... Escúcheme bien...
Cuando descubrí el embarazo de su hermana, la alejé del doctor Luconnor, porque sus métodos son peligrosos. Experimenta con pacientes descargas eléctricas y otros métodos muy agresivos. El doctor se había obsesionado con su hermana. Entonces pasé el caso al doctor Méndez, Aún sabiendo de su fama de conquistador pensé que se entendería bien con ella. Y así fue, el doctor y ella congeniaron a la perfección...
Tanto es así que el empezó a tener detalles con ella...
Y ella a aceptar sus regalos...
A cambio de un trato de favor en este terrible lugar...
Tengo serias sospechas de que el doctor pueda estar abusando de  su posición de poder y la locura de su hermana para tener sexo con ella...
Donna: - ¿Cómo dice? (Conozco a mu hermana, tal vez sea ella la que esté abusando del doctor...). Por favor, doctora, de esto no comente nada a su pareja cuando venga a verla. (¡Cómo se entere de esto John!... No querrá ayudarla).
Al día siguiente Donna decidió ir a casa de John y contarle todo. Desde que John había vuelto a Clickópolis, no hacía más que beber sentado en el sofá. Ni siquiera su mejor amigo Rex lograba captar su atención. 
Toda la casa le recordaba a Sabrina. Empezó a plantearse pedir el traslado definitivo y abandonar esa ciudad.
Llevaba horas así, cuando llamaron a la puerta. John abrió y encontró a Donna con su perrita Rita. Era la última persona que le apetecía ver. Pero hizo un esfuerzo por disimular y ser amable, al fin y al cabo ella no era culpable de todo lo sucedido con su hermana.
Donna: - ¿Puedo pasar? Tenemos que hablar...
 Rex empezó a mover la cola feliz al ver a su amiga Rita, con la que no había vuelto a coincidir desde este verano. Los dos perros se pusieron a juguetear mientras sus dueños hablaban. 
Donna relató a John el estado en que encontró a Sabrina y le dio la noticia de su embarazo, contándole con detalle todo lo que el doctor le contó. El apuesto policía quedó desarmado ante tal noticia.  
John: - No esperaba una noticia así... Sabrina esperando un hijo... Nunca pensé que llegaría a ser madre. Siempre le preocuparon más otras cosas...
Donna: - John, tú eres el único que puede ayudarle... Ese lugar es horrible... Y ese niño es inocente de todo...
John: - Lamento que te hayas dado el paseo en balde. Pero dudo mucho que ese hijo sea mío. Sabrina ya no es asunto mío. Esto no cambia nada...
Donna: - Pero John...
John: - Por favor, Donna, déjame solo.
Esa noche John no podía conciliar el sueño. Las palabras de Donna se repetían en su mente.
¿Y si era su hijo? Recordó la última vez que hicieron el amor. Había amado a esa clack más que a nadie y a nada. Le había dado todo pero ella lo había traicionado. Sin embargo, aún la quería.
No podía abandonarla a su suerte. Ni ella ni a su hijo, sangre de su sangre. Él no era así. Iría a verla y la sacaría de allí. Aún la amaba y se encargaría de que ese niño tuviera una familia.

Esa misma noche en la casa de reposo, Sabrina se sentía peor que nunca. Detestaba aquel lugar y a todos los que había allí dentro.. 
Doctor Luconnor: - Te veo muy bien, Sabrina. Pronto nacerá tu bebé y podremos volver a nuestras sesiones...
Enferma mental con muñeca: - Mira, yo también voy a darle una hermanita a mi Poclackontas.
Sabrina: - ¡Aparta, loca! ¡Y quítate esa almohada de la tripa!
Enferma mental con muñeca: - ¡Yo no estoy locaaaa! ¡Si yo no tengo bebé, tú tampoco!
Sabrina: - ¡AHHH! ¡Socorroooo!
Enfermera: - ¡Aparta Rosita y deja de gruñir como un perro!
Enferma mental con muñeca: - Grrrrrrrrrrr...
Enfermera: - ¿Te encuentras bien, Sabrina?
Sabrina: - ¡ESTOY HARTA DE ESTE LUGAR! ¡Mi integridad y la de mi hijo están en juego!¡Informaré de este ataque al doctor Méndez y espero que aten a esa lunática con camisa de fuerza y la aislen para siempre!
  Pero los nervios de Sabrina llegarían al límite cuando contempló a su querido doctor en brazos de una de las enfermeras...
Enfermera: - Doctor Méndez, es usted tan apuesto y tan dulce que me hace enloquecer. Querrá  curarme de esta locura como esas pacientes desquiciadas...
Doctor Méndez: - Mmm... Sara... Tengo una medicina infalible para ti...
Sabrina: - ¡¿Qué?! Tú también prefieres a otra...
Sabrina: - ¡Ya no aguanto más este lugar! ¡Dicen que estoy loca! ¡Pues loca seré!
Doctor Méndez: - Espera me ha parecido escuchar a alguien.
Enfermera: - ¿Eh? Yo no he escuchado nada... Sigamos con lo nuestro...
Sabrina: - ¡¡¡LOCAAAA!!! !
Sabrina: -¡¡¡LOCAAAA DE VERDAD!!!... JAJAJAJAJAJA...
Sabrina: -  ¡¡¡ESTOY LOCAAAAA!!  Jajajajajajajaja
Doctor Méndez: - ¡El sanatorio está en llamas!
Sara: - ¡Socorroooo!
Enfermo mental: - ¡¡FUEGOOOOO!!! ¡El fin del mundo llegó!
Enfermera: - ¡Doctor, hay que apagarlo y evacuar a los enfermos!
Doctor Luconnor: - ¡Abrid todas las puertas ! ¡Sálvese quién pueda!
Enfermo mental: - ¡Es el infierno!
Enfermo mental Elvis: - ¡Ayudadme a apagarlo! ¡Utiliza tu capa, Cutreman!
Enfermo mental Cutreman: - ¡Ahhh! ¡Quemaaaaa! ¡Yo me voy mejor a salvar a los gatitos!
 Enfermos mentales: - ¡Socorro! ¡Ayudaaaa! ¡Aquííí!...
Sabrina: - ¡Adiós locos!... ¡Ahhh!
 Un pinchazo en el vientre y un dolor agudo azotó a Sabrina pero su deseo de libertad le dio fuerzas para continuar y salir de aquel infierno. ¡Por fin era libre de nuevo!
CONTINUARÁ...

La continuación la podéis leer en este otro blog de Wensus: Continuación de "Loca"