sábado, 17 de noviembre de 2018

Sebastián (Temporada II): Capítulo 6: El pan nuestro de cada día

De vuelta en casa, retomamos el ritmo normal de nuestras vidas.  
Duclack: - ¿Aún no has deshecho la mochila?
Sebastián: - Iba a hacerlo en mi cuarto pero he visto que está ocupado...
 
Rita: - Buenas noches, señores.
Duclack: - ¡Oh, olvidé comentarte lo de Rita! Es la nueva empleada del hogar. Ese cuarto ya no será más el tuyo. El mío es muy grande...
Sebastián: - ¿Estás segura?
Duclack: - Sé que no te gusta mucho eso de compartir tu alcoba con nadie...
Sebastián: - No seas tonto... Quiero despertar a tu lado cada mañana. Ven conmigo...
Sebastián y yo, empezamos a vivir como una pareja con total naturalidad. Al día siguiente llevamos a Pradito al colegio por primera vez juntos.
 Para los tres fue un momento muy especial.
Los padres y abuelos se amontonaban en la puerta del colegio despidiéndose de sus retoños.

A algunos les costaba algo más de lo normal despegarse.
Irene: - Vamos, mi bebé... Mamá vendrá a la una para recogerte.
 Gracias a Suselle y Dante, Pradito había conseguido pasar la dura prueba de los primeros días. Ahora para ella ir al colegio y quedarse allí, no suponía ningún trauma.
 Duclack: - Pórtate bien.
 Sebastián: - Y apunta la tarea en la agenda, como hace Suselle. Por la tarde la haremos juntos.
 Pradito: - Sí... Tengo ganas de que conozcáis a la señorita Olga. Es la mejor maestra del mundo.
 Duclack: - Pronto la conoceremos. Diamante me ha dicho que llegó una circular de una reunión de padres para el martes próximo.
 Dante: - ¿Pasas o qué?
 Pradito: - ¡Sí! ¡Ya voy! ¡Adiós, mami! ¡Adiós, Sebastián!
Sebastián y yo nos miramos emocionados.

 Wenda: - ¡Un beso mi sol!
 Suselle: - Un beso, abuelita.
Los días pasaban muy rápido. El otoño se echaba encima. 
Sebastián: - He puesto la manta que nos regaló Ben. Ha refrescado mucho.
Duclack:  - Genial, aunque abrazada a ti, no paso nada de frío.
Sebastián: - Hmm, déjame entonces que empiece a quitarte el frío muy despacito...
Duclack: - Hehehehe.
Pradito: - ¿Puedo dormir con vosotros? Tuve una pesadilla...
Duclack: - Pradito...
Sebastián: - Hmm... ¿Quieres que vaya y te cuente un cuento?
Pradito: - Sí, pero aquí. Por favorrr, sólo hoy...
Duclack: - Ven anda...
Sebastián: - ... Y así terminó felizmenete la aventura en Egipto.
Pradito: - ¡Me encanta esa historia! ¡Cuéntala otra vez!
Duclack: - Pradito, ya es hora de dormir...
Sebastián: - Sí, otro día te la leo de nuevo. Mañana llevaré el manuscrito a la editorial. Ojalá les guste...
Duclack: - Tranquilo, es realmente buena esa historia. Si no se dan cuenta y te la publican, estarán ciegos.
Pradito: - Sí, yo compraría el libro, sin dudarlo.
Sebastián: - Mis chicas... ¡Qué haría sin vosotras! Sois las mejores animándome.
Al día siguiente Sebastián se levantó temprano para ir a la editorial.
Pradito: - ¿Hoy no me podéis llevar?
Duclack: - Ya quedamos en qué irías en el autobús con Dante y Suselle. Yo te acompañaré hasta la parada.
Sebastián: - A la una te recogeré yo.
Pradito: - ¡Biennn!
Duclack: - Acordaros de traer el pan.
Duclack: - Un momento... Así mejor la solapa. Vas guapísimo...
Sebastián: - Gracias...
Pradito: - Jejeje. Me encanta que ahora seamos de nuevo como una familia los tres. 
La mañana pasó volando para todos. Unos minutos antes de tocar el timbre, los alumnos empezaron a removerse nerviosos. Por fin sonó y todos se levantaron revolucionados.
Ringgggggggggg
Irene: - Subid todas las sillas y dejad la clase ordenada antes de salir. Que no se os olvide recordar a vuestros padres que mañana tenemos la reunión general de padres con los tutores de cada grupo. Estaré encantada de conocer a vuestros padres.
Willy: - Señorita, mi madre me ha preguntado si tiene que firmarme el papel de la reunión que nos entregaste.
Irene: - No es necesario, Willy. Espero poder conocerla mañana.
Manolete: - Yo paso de subir la silla. ¿Por qué tenemos que hacerlo? ¡Qué hagan su trabajo las limpiadoras! Para eso les pagan...
Jorgito: - ¡Eh, cuidado con lo que dices! Mi abuela y mi madre trabajan como limpiadoras.
Emma: - Tenemos un montón de tarea para mañana...
Sisi: - Y hay que estudial mucho...
Willy: - ¿Te viene bien esta tarde juntarnos para el trabajo de geografía? Podríamos ir a la biblioteca para buscar información.
Junior: - Hoy no puedo, Willy. Aún tenemos tiempo... Quedamos mejor la semana que viene.
Charly: - ¿Cuándo hacemos el trabajo de geo? Mañana y el jueves tengo entrenamiento del equipo de rugby y va a ser imposible.
Dalia: - Pfff... ¡Qué pereza!...
Charly: - ¡Yo paso de que otra vez me pongan un cero! Necesito aprobar, para que mi madre no me quite de rugby.
Dalia: - Yo también tengo que aprobar. No soporto escuchar a mi madre darme voces. Me dice que voy a acabar igual que mi hermano si no estudio. Y mi padre me amenaza con ponerme a trabajar en la carnicería.
Jorgito: - Trae anda... ¿Tanto te cuesta subirla?
Manolete: - Es más bien por hacerles un favor a las limpiadoras. Si no les damos trabajo, las pueden echar.
Jorgito: - Como eres... Se nota que en tu casa no mueves ni un plato...
Manolete: - Tengo suerte. En mi casa son las clacks las que trabajan.

Kimberly: - ¿Me subes la mía, Renzo?
Renzo: - Sí...
Kimberly: - Gracias, guapo. Odio subirla... El otro día se me partió una uña al levántarla. Eres el mejor novio que existe, luego te lo compensaré...
Renzo: - Hehe...
Lucía: - ¿Puedo salir ya? ¡Qué pierdo el autobús! ¡Y ya he subido la silla!
Irene: - El autobús sale a la media.
Lucía: - ¡Joo, profe!¡Por fi!
Patty: - Si ya es la hora...
Charly: - Sí, déjanos salir, profe.
Irene: - Está bien. Podéis salir ya.
Pradito: - Y Dante se va a disfrazar de fantasma... Y Suselle dice que quiere ir de tigre... ¿Dará tiempo a hacerme un traje? Halloween es ya mismo...
Sebastián: - Sí, yo te lo haré... ¿De qué quieres ir?
Pradito: - Hmm, tengo que pensar algo que me vaya bien. 
Sebastián: - Seguro que algo se nos ocurre. Oye, ¿has visto esta panadería? 
Pradito: - ¡Qué buena pinta tiene todo! Me comería una caracola rellena de chocolate...
Sebastián: - Debe de llevar poco tiempo abierta. Nunca la había visto.
Sebastián: - No tienen malos precios...
Sebastián: - ¡Vamos a pasar!
Sebastián: - Mmm.. ¡qué bien huele!
Pradito: - Huele que alimenta.
Sebastián: - ¡Mira qué casa de pan!
Pradito: - ¡Y bollitos de animales!
Teresa: - Buenos días
Teresa: - ¿Os puedo ayudar?
Sebastián: - Queríamos una barra de pan. Y algo para la merienda... Mira qué sandwiches más ricos tienen.
Pradito: - Quiero un donuts de chocolate. Venga, píllalo.
Emma: - ¡Abuelita!
Teresa: - ¿Ya has salido?
Emma: - Sí, mañana es la reunión con la tutora. ¿Podrás ir?
Teresa: - Tendré que cerrar una hora la panadería para escaparme.
Sebastián: - Guardate el sandwich en la mochila para la merienda.
Evelino: - Una barra de pan y la caja de donuts que le encargué esta mañana.
Teresa: - Sí, aquí la tengo preparada.
Dante: - ¡Un coche de pan! ¡Lo quiero!
Suselle: - ¡Pues yo quiero esa casa de muñecas!
Wenda: - Vamos, niños, elegid rápido lo que queréis pero algo pequeño.
Suselle: - ¡Por fi, abuela, la casa!
Wenda: - No puede ser, Suselle.
Dante: - ¿Y el barco?
Wenda: - Venga, el barco para los dos.
Marta: - Una barra de esas.
Álvaro: - Mami, yo quiero un donuts de aquellos...
Marta: - No puede ser, Álvaro.
Teresa: - ¿Nada más?
Marta: - No, gracias.
Esa tarde...
Emma: - Son mis amigos, abuela.
Teresa: - Me acuerdo de ti, tú eres Willy. El muchacho tan bueno del barco que te ayudó.
Willy: - Sí, nos conocimos allí.
Emma: - También están Renzo y Kim.
Renzo: - ¡Hola! ¿Vamos, Kim, un donuts? 
Kim: - ¡Ay no! ¡Qué todo esto engorda mucho! Pero tú cómprate uno y luego me das un cachito...
Renzo: - Vale, me compraré uno de chocolate.
Kim: - ¡No! ¡De fresa! ¡Qué me gusta más!
Renzo: - Bueno... Pues de fresa...
Willy: - ¿Quieres un sandwich tú también?
Jorgito: - Vale, y dos bocadillos de esos de abajo...
Manolete: - ¡Mmm, pastel de fresas!
Junior: - Yo pillaré uno de estos...
Renzo: - Con el buen tipo que tienes...
Kim: - ¿No crees que tengo más culo?
Renzo: - Yo te lo veo igual que siempre. Hehehe, me encanta tu culo...
Willy, Renzo y el resto de amigos se sentaron en la puerta del instituto. Por las tardes el instituto ofertaba talleres de idiomas, informática y otras actividades a las que iban para completar su formación. Siempre tenían una hora libre y les gustaba aprovechar para merendar algo.
Manolete: - Madre mía, Jorgito, ¿te vas a comer todo eso?
Jorgito: - Pues claro, tengo hambre...
Renzo: - Yo no sé dónde lo mete.
Kim: - Es verdad. Luego estás delgado.
Junior: - Jorgito es así, de buen comer.
Renzo: - Una vez lo invité al restaurante de mi padre y se metió tres platos de paella con colmo...
Todos:  Jajajajajajaja
Laurita: - Míralos, están ahí todos...Ya no cuentan con nosotras para nada. Nos han excluido de la pandilla.
Patty: - Todo es por culpa de esa Kim. Quiere ser única y todos babean con ella.
Laurita: - ¿Y qué me dices de la nueva?
Patty: - ¿Emma?
Laurita: - Sí, va de buenecita pero debe ser tan bicha como Kim.
Patty: - Sí, son amigas.
Laurita: - Y no se despega de Willy. Se conocieron en el barco que se hundió y ahora parece que eso los ha hecho inseparables... Antes yo era la mejor amiga de Willy.
Patty: - Y se suponía que yo le gustaba a Renzo...
Willy: - ¿Vendrán tus padres mañana, Junior?
Junior: - Sí... Pese a que les reiteré que no hacía falta, se han empeñado en conocer a la tutora...
Kim: - Mi madre también vendrá.. Está preocupada por cómo me está afectando lo del divorcio.. A mi padre ni se lo he dicho, total... Pasa de mí... Ni siquiera nos pasa ya el dinero de la pensión... Estoy más harta. Me encantaría poder irme de casa y hacer mi propia vida...
Renzo: - No te pongas triste, mi princesita. Ya estoy yo, para hacer que nada te falte... Mi padre seguro que va también a la reunión. Le dijo a Tina que se quedará en el restaurante mañana para poder ir.
Jorgito: - Pues yo no sé si pueda venir alguien. Tal vez mi abuela... Mi madre imposible...
Manolete: - Os quejáis de vicio. No sabéis lo que es tener un padre pesado, controlando todo...
Dalia: - ¡Qué asco me da la chupipandy de Renzo! Míralos... Comiendo bollos de la panadería de la abuela de Emma.
Charly: - A mí también me dan asco.  Se creen los líderes de la clase. ¿Qué es ese ruido?
Dalia: - Ainsss, mis tripas. Me rugen. Y esos poniéndose las botas...
Charly: - Te invitaría pero mi madre sigue enfadada conmigo por mis malas notas y no me da nada de dinero desde el verano...
Dalia: - Hmm... No te preocupes. Te invito yo. Hagamos una visita a la abuelita de Emma.
Charly: - Creía que no tenías tampoco dinero.
Dalia: - Y no tengo, jajaja... ¡Qué inocente pareces a veces! Sígueme, anda.
Teresa: - Buenas tardes, jóvenes.
Charly: - Dalia, ¿qué haces? ¡No!
Dalia: - Shhhh...
Teresa: - ¿Queréis algo?
Dalia: - No, sólo estábamos mirando. No hay nada que me guste.
Dalia: - ¡Adiós! ¡Corre! ¡Sal!
Charly: - ¡Qué vergüenza! ¿Crees que se dé cuenta la señora?
Dalia: - No... Y si se da, ¿qué más da? Son solo unos bollos. Puede hacer más. ¿Nunca habías robado?
Charly: - No, si se entera mi madre, me mata.
Dalia: - Eres un niño pijo... Siempre llevas deportivas y camisetas de marca. ¿A qué se dedican tus padres?
Charly: - Los dos son dentistas. Tienen una clínica en el centro de la ciudad.
Charly: - Para ser una chica eres bastante valiente...
Dalia: - Desde pequeña he aprendido a buscarme la vida... Mis padres me han dado lo justo y yo siempre he querido más. No estoy acostumbrada a perder.
Charly: - Se nota... Por eso odias a Jorgito, ¿verdad? No soportaste que te rechazara después de aquel beso... Todo el instituto lo sabe.
Dalia: - Para tu información no fue Jorgito el que me rechazó, fui yo la que no quiso nada más con él. Pero aquí todos tenemos nuestras cosas... He visto lo que tu y tus amigos le hacéis a Junior...
Charly: - Sólo nos divertimos con él... Ese bicho verde hizo que Patty no me volviera a hablar. Al parecer, le dijo que yo no era de fiar.
Dalia: - ¿Y te gustaba esa piba?
Charly: - Sólo quería rollo con ella.
Dalia: - Creo que os pasáis con él... Un día se os puede ir la mano y tener problemas... Además si se enteran sus amigos...
Charly: - Es un cobarde. No dirá nada.
Chelo: - ¿Habéis visto esta mesa? Estaba llena de typex. 
Juana: - ¡Son unos cochinos!
Manuela: - Seguro que en sus casas no hacen lo mismo. 
Juana: - ¿Y tu hija, Chelo? ¿Sigue de baja?
Chelo: - Sí, le dio un mareo subida a la escalera y el médico le dio la baja... Tiene las cervicales de pena...
Manuela: - Si es que este trabajo no está pagado... Y encima te das de baja y no cobras ni la cuarta parte...
Juana: - Pues yo pienso hablar con el director. Esto no puede seguir así... Si no ponen de su parte los chicos, tenemos que echar el doble de horas si queremos que esto quede limpio y no nos van a pagar ninguna extra...
Duclack: - Quería traerte aquí, porque es uno de mis lugares favoritos.
Sebastián: - El puerto de los ingleses...
Duclack: - Los ingleses escondían aquí sus tesoros y encerraban a los piratas que atrapaban...
Sebastián: - Me encanta que compartas conmigo las cosas que para ti son especiales... Tu mundo...
Duclack: - Y a mí compartirlos contigo...
Sebastián: - Tenemos que hablar pronto con Pradito y contarle lo del bebé.
Duclack: - Aún es pronto. Esperemos un poco a asegurarnos de ello.
Sebastián: - La prueba de la farmacia dio positivo.
Duclack: - Tenemos la cita con el médico el miércoles que viene. Sólo serán unos días...
El estruendo de un trueno rompió nuestro silencio.
Sebastián: - Parece que se va a poner a llover.
Sebastián: - Menos mal que hemos salido con el paraguas.
Duclack: - Será mejor que volvamos a casa...
Sebastián: - Espera un momento. Sujeta el paraguas...
Duclack: - Estás helada...
Sebastián: - Toma... Póntela...
Duclack:  Pero... ¿Y tú?...
Sebastián: - Yo no tengo frío...
Duclack: - Gracias...
Sebastián: - Ven, sube... Hace tiempo que quiero hacer algo...
Sebastián: - Yo... ejem... Espera que aclare la voz. No quiero meter la pata... Ejem... A ver... Señorita Capitana Duclack Karó, ¿me concederías el honor de casarte conmigo?
Duclack: - ¡Oh! ¡Sebastián!... ¡Sí! ¡Sí, quiero!
Sebastián: - Soy el click más afortunado del universo.
Duclack: - Sebastián, te quiero.
Sebastián: - Duclack... Yo también te quiero.
CONTINUARÁ