viernes, 24 de agosto de 2012

Viaje a Oriente 3: La cueva del dragón

  A la mañana siguiente Duclack se levantó antes del amanecer. Algunos discípulos salieron a despedir al maestro, que ya esperaba en pie a su nueva discípula en el patio del templo.

Chino Juan: - Nos espela un lalgo día, Duclack.
Duclack: - ¿Llevamos el almuerzo?
Chino Juan: - No selá necesalio... Ya comelemos algo pol ahí... El ayuno hace más fuelte...

 
Bajaron las montañas y llegaron hasta una tranquila cala en la costa. Allí empezaron el entrenamiento descalzos sobre la arena


Después el maestro echo a  correr y Duclack salió detrás de él.

Duclack: - ¡Maestro! ¿A dónde vamos?
Chino Juan: - ¡No pleguntas! ¡Sígueme!

 
Duclack trataba de seguir el ritmo del maestro aunque a veces no le resultaba fácil.
Duclack: - ¡Espereee!...

 

Llegaron hasta una zona de rocas escarpadas. Duclack sentía pinchazos en sus pies descalzos pero el maestro la instaba a  concentrarse en su respiración nada más. La brisa y el olor a mar le hacían olvidar el dolor físico.
Chino Juan: - ¡Vamos, Duclack!

 
Pero el camino entre las rocas a veces era angosto y complicado...

 
Chino Juan: - Ten cuidado con la bajada, que es muy plonunciada... Entlamos en la cueva del dlagón...
Duclack: - ¿Por qué se llama así, maestro?
Chino Juan: - ¿Ves cabeza enloscada de dlagón abajo? Dice la leyenda que hasta este lugal llegó un glan dlagón que osó desafíal al espílitu del hăi. Este lo cublió con su manto de aguas conviltiéndolo en piedla...
Duclack: - Fue un ingénuo al desafiar a una fuerza incontrolable como el mar... En mi vida pirata he tratado mucho con el hăi o mar y sé que es hipnótico y bello pero también muy  peligroso...
Chino Juan: - Mmm... Dlagón conquistó al miedo. Antes de entlar en la cueva, halemos unos ejelcicios de lesistencia en esa arena...

 
Duclack: - Maestro, ¿cuánto tiempo más estaremos así?
Chino Juan: - ¡Mente en blanco! ¡Lelajación!


Más tarde ambos se refrescaron en el agua que les cubría más allá de la cintura.

Duclack: - ¡Qué fresquita!


Chino Juan: - Estas aguas tienen plopiedades culativas. Aplovecha, Duclack y lelajate...


Después del baño y de secarse, díscipula y maestro se introdujeron en el interior de la gruta ...

Chino Juan: - ¡Cuidado con los desplendimientos!

 
Con no poca dificultad lograron subir por las rocas...

 
Chino Juan: - Este lugal es pelfecto. Nos quedalemos aquí un poco...


Duclack: - Sí, maestro, ¿vamos a meditar?...

 
Chino Juan: - ¡No, no! ¡Es pelfecto pala almozal! Aquí tendlemos sombla...

 
Duclack: - ¿Pero maestro de dónde sacaremos la comida?...
Chino Juan:- ¡Natulaleza tenel fuente de plovisiones!

 
Duclack: - ¡Maestro, tenga cuidado!
Chino Juan: - ¡Tlanquila!

 
Después de almorzar lo que el chino Juan encontró en la naturaleza, Duclack y el maestro bajaron de nuevo a la playa...


Allí el maestro siguió con sus enseñanzas. Duclack lo escuchaba atentamente y aprendía técnicas nuevas para vencer a sus enemigos y mirar a sus propios miedos cara a cara para superarlos. Sentía que sus palabras le llenaban más que cualquier tipo de alimento, a la vez que servían de bálsamo para sus heridas...

 
Chino Juan: - ¡Mente en blanco!...
 

 
Duclack: - ¡No puedo hacerlo!
Chino Juan: - ¡Lánzate!... El miedo es la plisión del colazón... La expeliencia de supelal miedo es lo más glatificante que existe... 

 
 
Duclack: - ¡Qué deliciosa sensación el respirar esta brisa marina!... Ahora entiendo a lo que se refería el maestro con la historia del dragón. Creo que es hora de conquistar mi miedo... ¡Debo volver a casa!  
 
 
   Con la puesta del sol regresaron al templo, tuvieron que hacer un último esfuerzo para subir las escaleras que conducían hasta él...
 
 
 Duclack: - ¡Espereeee, maestroooo!
 
 
    Esa misma noche ya en la cama Duclack después de mucho pensar tomó una determinación. Estaba decidida, al día siguiente abriría la misteriosa puerta prohibida del templo y descubriría lo que habría detrás de ella. No iba a sentir más miedo...
 
Continuará...

jueves, 9 de agosto de 2012

Viaje a Oriente 2: Entrenamiento

Al día siguiente Duclack empezó con su duro entrenamiento. El objetivo era encontrar el equilibrio que en algún momento de su vida había perdido y para ello el chino Juan iba a guiarla.

Chino Juan: - Concéntlate, Duclack…
Duclack: - ¡Auh!.... ¡Está demasiado duro!...¡No puedo!...



Chino Juan: -¡Lecuelda que tú puedes selo más!... ¡Eles una roca!... ¡Golpea como tal!...
Duclack: - ¡YAHHHH!...
Chino Juan: - ¡Así se hace!…


[...]
Duclack: - ¡AHHHHHHHH!...
Chino Juan: - ¡Duclack, defiéndete!... ¡Aplovecha tu ligeleza!...


Duclack: - ¡Auhhh!
Chino Juan: - ¡No te dejes intimidal pol su fuelza!... ¡Saca tu fuelza inteliol!...

Duclack: - ¡Ahora verás!...
Chino Juan: - ¡Bien hecho!

Duclack: - ¡Ay!...
Chino Juan: - ¡NO, NOO,  NOOO!... ¡No estás concentlada!... ¡Cabeza tuya estal muy lejos de cuelpo!... ¡Mente en otla palte pol eso cuelpo no lespondel!...

Chino Juan: - Está bien pol hoy. Debemos empezal pol encontlal mente… Mañana a las seis te quielo levantada.
Duclack: - ¿A las seis de la mañana?...
Chino Juan: - Sí, quizás se nos haga tarde. Mejor a las 5…
Duclack: - !!!...


Chino Juan: - ¡Kazahaya, encálgate de ella!... Necesitalá dalse un baño antes de tomal el té… La espelo en el salón. Tenemos que hablal, Duclack.
Kazahaya: - Sí, maestro…


Chino Juan: - ¡Vamos, Pandón!...
Pandón: - ################# (= ¿Me darás algo de bambú?)
Ishi: - Déjanos que te pongamos guapa, Duclack…
Yoko: - ¡La transformaremos!....
Saya y Misaki: - ¡Sí!...
Kimi: - Nosotras te enseñaremos todos nuestros secretos para ser una geisha…
Duclack: - Yo…
Yuriko: - No temas, Duclack…
[...]
Duclack: - ¡Ahh!... ¡Ti-ti-ti-ti...!
Yuriko: - ¿Está demasiado fría?...
Duclack: - Un poco…
Kazahaya: - ¡Corre, Misaki! Calienta un poco más de agua…
Misaki: - Sí…
[…]
Kazahaya: - ¿Confías en nosotras?
Duclack: - Sí…
Yuriko: - Muy bien, ponte en nuestras manos.
[...]
Kimi: - Es sorprendente tu transformación…
Duclack: - … Me siento un poco rara… No es excesivo todo esto para ir a tomar el té con el maestro. Yo... no sé...
Kazahaya: - Lleva la cabeza bien alta. Nosotras somos artistas. No somos simples señoritas de compañía, ser una geisha implica mucho más. Tenemos conocimientos de danza, música, literatura, poesía, arreglos florales y por supuesto la ceremonia del té, que es algo muy importante en nuestra cultura… Te daré algunas indicaciones sobre como debes comportarte antes de pasar al salón… Vamos, que el maestro te espera...

Duclack: - Maestro…
Chino Juan: - ¡Duclack… ¡Estás tan cambiada!... ¡Es solplendente tu tlansfolmación!... Siéntate, pol favol…
Duclack: - Gracias, Yuriko…
Yuriko le hizo un guiño a Duclack.
Chino Juan: - Duclack, quielo que te sinceles conmigo. Cuéntame qué espelas de este viaje, a donde te gustalía llegal y todo el camino plevio que has lecorlido y que te ha tlaído hasta aquí…

Duclack: - Está bien, maestro… Aunque no sé por dónde empezar…




Chino Juan: - Pol el plincipio, Duclack...
Duclack: - El principio… Mi primera misión pirata… Diamante y yo salimos a explorar aquel día. Nuestro barco desapareció en las aguas y llegamos a un extraño lugar con plantas que nunca antes habíamos visto. Plantamos allí nuestra bandera en lo alto de una montaña rocosa. Diamante me ayudó a subir hasta allí y casi pierdo mi pañuelo…
  El chino Juan escuchó atento durante horas el relato de Duclack. Después de narrarle su primera aventura, vinieron otras muchas más. Le contó su relación con un click de city y como diversos personajes fueron apareciendo en su vida y convirtiéndose en grandes amigos. Como sin quererlo, todo se complicó. Duclack y él, hablaron de muchas cosas durante horas y todo ello le hizo bien, porque todo lo que le pesaba, pareció hacerse más ligero al compartirlo con el chino Juan .


Esa misma noche cuando todos estaban recogidos en sus cuartos, habían sido muchas emociones para un día y Duclack no podía conciliar el sueño, por suerte tenía como compañera a Yuriko, la cual se había convertido en una buena amiga allí.
Duclack: - Yuriko, ¿está despierta?
Yuriko: - Sí… ¿Tú tampoco puedes dormir?
Duclack: - No... Se oyen ruidos…
Yuriko: - Serán Kazahaya y el maestro…
Duclack: - ¿Él maestro y ella...?
Yuriko: - Shhh… Sí, son más que amigos. Él fue su Danna.

Duclack: - ¿Su Danna?
Yuriko: - Sí, se encargó de los costos de su educación… Kazahaya está enamorada de él… Pero el maestro Lan no la corresponde tal y como ella mereciera.
Duclack: - ¿El maestro nunca se ha casado?

Yuriko: - No…  Dicen que una vez estuvo muy enamorado, mucho antes de marcharse...  Pero era un amor prohibido. Ella pertenecía a otra clase social y tuvo la desgracia de que el hijo del emperador se encaprichara de ella y se la arrebató, así como se ensañó con la familia del maestro cayendo la desgracia sobre ellos… Desengañado, se fue muy joven a Occidente, empezó con un pequeño negocio pero  enseguida prosperó y al poco tiempo volvió convertido en un hombre muy rico. Entonces rescató este lugar cuando apenas quedaban tres monjes y  ayudó con su financiación a crear una casa de geishas en él, convirtiéndose en el protector de Kazahaya a la que conoció por aquel entonces.
Duclack: - ¿Qué pasó con la joven de la que se enamoró? ¿Se casó con el hijo del emperador?
Yuriko: - El hijo del emperador la convirtió en su concubina. La tristeza enfermó su espíritu. Cuando Wu se fue, ella desapareció y nunca más se supo más de ella… Algunos dicen que la vieron desaparecer entre las montañas un día de mucha nieve otros aseguran que pereció en la tormenta…


Duclack: - ¡Oh!... ¡Qué historia más triste!... ¿Y la puerta que hay cerrada en el patio del templo? ¿Qué esconde?... ¿Yuriko?...
Yuriko: - Zzzzz…
Duclack: - Se ha quedado frita… Tengo que descubrir el misterio de esa puerta... ¡Pobre maestro!... zzZ...

Continuará...

domingo, 5 de agosto de 2012

Viaje a Oriente 1: Llegada

Duclack: - ¿Ya hemos llegado?
Chino Juan: - Este templo está en las montañas de Kinakwaun. Pertenece a unos monjes, cuya orden se remontan al siglo IX. Este lugar servirá de punto de partida para tu entrenamiento.
Monje Taon: -  ¡Maestro Lan-Wu!...¡Bienvenidos!... ¿Así que tú eres Duclack?...
Duclack: - Sí, así es…
Monje Taon: - Te esperábamos. Yuriko se encargará de enseñarte todo esto, explicarte las normas de nuestro templo y darte ropa limpia y algo de comer. Debéis estar agotados del largo viaje. Deseamos que te sientas cómoda en nuestro templo.

Duclack: - Gracias.

Duclack: - Esos fideos estaban deliciosos. Gracias por todo, Yuriko.  Me encuentro como en otro mundo. Aquí se respira tanta paz…  Me has enseñado cada rincón, menos lo que hay detrás de aquella puerta. Siento curiosidad por verlo… ¿Por qué está custodiada por guardias?
Yuriko: - Allí es el único sitio donde no puedes pasar. Nadie puede hacerlo, salvo el maestro Lan. Duclack, es mejor que no quieras saber nada más sobre ese lugar…

Duclack: - … ¿Quién es aquella mujer?... Todos parecen respetarla …
Yuriko: - Ella es como nuestra hermana mayor. Yo soy una maiko, como una aprendiz de geisha. Kazahaya se encarga de enseñarnos todo lo que sabe. Ella es una auténtica geisha.  Lleva toda su vida como tal y por eso es respetada por todas nosotras y por los hombres de este lugar.
Duclack: - ¿Y cómo qué hay geishas en este lugar? No me cuadra... En China y con monjes...
Yuriko: - Somos japonesas. El maestro trajo a Kazahaya hace muchísimos años. Es una larga historia. Pero mejor que te la explique él algún día.
Duclack: - Sí... Es increíble como maneja el abanico…

Yuriko: - No es difícil. Mira como lo hacen las demás…
Geishas: - Jejejejeje
Yuriko: - Tienes que cogerlo así… Y moverlo muy suave… El abanico es una forma de expresarse, según como lo muevas puedes estar diciendo una cosa u otra…
Geishas: -Jejejeje…
Chino Juan: - ¡Duclack!...
Duclack: - ¡Maestro!... Yo...
Chino Juan: - Ejem… Vamos tenemos mucho que hacel… Tienes que comenzal tu entlenamiento...
Duclack: - ¡Sí, maestro!...

Mientras tanto, muy lejos de allí...
Wenda: - Un poco más a la derecha, hijo... ¿Verdad, Lilu?
Lilu: - Sí, yo diría que un poquito más...¡Menuda sorpresa se van a llevar cuando vuelvan de su viaje de novios!... ¡Ainsss, me encantan las sorpresassss!, jajajajaja.
Pandy: - #### ########## (=¡Sus! ¿Por qué me has abandonado?)...
Wen: - ¿Así?
Wenda: - ¡Perfecto! ¡Qué ganas de que vuelvan! Nunca habíamos estado tanto tiempo sin Sus y se nota un vacío en la casa... ¡Estará cuidando bien de mi niña ese pirata!
Wen: - ¡Pero mamá, si te llaman prácticamente todos los días! Si por ti fuera, estarías llamándolos a todas horas... Diamante la adora... ¡Déjalos que disfruten! Ese lugar debe ser un paraíso: mar, arena, calorcito... No necesitan nada más...
Lilu: - Wen tiene razón. ¡Ay!, lo que daría yo por un amor así!... ¿Verdad, Pandy?
Pandy: - ¡### ###### ###### ######! (=¡Yo lo tenía con mi Sus! ¡Hasta que él me la arrebató!)
Wenda: - ¡La espada de la tarta nupcial! ¡Salió todo perfecto! Mis amigas no hacen más que felicitarme y decirme que nunca han asistido a una boda mejor....
Wen: - Sí, hay que reconocer que mi hermanita cuando hace algo lo hace bien. Pero deja de cotillearles en los armarios de la cocina...
Wenda: - ¡Ejem!... Solo nos queda que Estrella y tú os animéis... Sería tan bonito otra boda...
Wen: - Pues olvídate de toda la parafernalia... Yo no me casaré y si lo hago será en un lugar perdido: un acantilado al lado del mar con papá y tú y cuatro íntimos...
Wenda: - ¡Wen!... Déjame un poquito soñar...Por cierto, ¿qué sabes de Duclack? ¿Cómo le irá en Oriente?
Wen: - Seguro que bien... El chino Juan nos la traerá de nuevo con energías renovadas. Todo esto del viaje fue un poco repentino pero confío en el maestro...

Continuará...