viernes, 17 de abril de 2015

Cocina con clicks

 Melodía de la cabecera del programa

Sandra Rico: - ¡Buenas tardes a todos! Gracias por elegirnos y estar dispuestos a disfrutar un día más en Cocina con clicks.
Sandra Rico: - Hoy en Cocina con clicks tenemos a una invitada muy especial dispuesta. Ella se ha hecho un hueco en la cocina internacional del playmundo. Destacando por sus exóticas, étnicas y novedosas recetas. ¿Ya sabéis de quién estamos hablando?
Sandra Rico: - Pues recibamos con un fuerte aplauso a... ¡FATUMATA!
Sandra Rico: - ¡Bienvenida Fatumata! Gracias por haber aceptado la invitación.
Fatumata: - Gracias a ti, Sandra, por haberme permitirme cocinar en un programa de tanto éxito como el vuestro, que no me pierdo ni un solo día. Estoy encantada de estar contigo, Sandra.
Sandra Rico: - Bueno, Fatumata, antes de nada... ¡Enhorabuena por tu embarazo! Sé que has hecho un esfuerzo en tu estado y que llevas lejos de las cámaras desde hace ya un tiempo, por eso estoy muy contenta de que estés hoy con nosotros. Cuéntanos... ¿Qué nos vas a preparar? ¿Nos vas a sorprender con un exótico plato como tu tradiconal arroz con ratones?
Fatumata: - No, esta vez he escogido una receta muy sencilla, que le encanta a mi marido. Él suele pasar mucho tiempo en el mar y adora el pescado, por eso me gustaría hacer una receta que aprendí de él. Se llama Pescado al pim pim.
Sandra Rico: - Estupendo, pues vamos a ponernos manos a las obras. Y ustedes en casa muy atentos a su elaboración.
Sandra Rico: - Primero de todo nos lavamos bien las manos y cogemos una cacerola...
Sandra Rico: - Estos son los ingredientes que vamos a utilizar.,,
Fatumata: - Tomad nota...
Sandra Rico: - Pues, si te parece, Fatumata, voy partiendo los tomates en rodajitas... Y trocearemos después el calabacín, el pimiento y las setas...
Fatumata: - Mientras le doy yo una vuelta al pescado para rehogarlo un pelín...
Sandra Rico: - Pues ya está todo troceado...
Sandra Rico: - Hemos puesto a calentar en la cacerola un poquito de aceite y vamos a sofreír todo... Fatu, cuéntanos mientras tanto, ¿cómo estás llevando el embarazo?
Fatumata: - Pues la verdad es que bastante bien. Me encuentro fenomenal, Sandra. Estoy muy ilusionada con la idea de traer al mundo una vida. Othello además me mima muchísimo. ¿Qué más puedo pedir?
Sandra Rico: - ¿Y sabes ya si va a ser niño o niña?
Fatumata: - No, Sandra, no he querido saber el sexo del bebé. Yo soy partidaria de la medicina natural. De hecho estoy siguiendo muchos consejos de mi madre y las mujeres de la tribu...
Sandra Rico: - Vamos a lavar todo esto... Pero sigue contándonos, por favor.
Fatumata: - ... Y bueno quiero dar a luz en mi pueblo. De hecho no me he ido ya por tu invitación pero este fin de semana partiré hacia mi poblado natal.
Sandra Rico: - Conforme ensuciamos, hay que ir limpiando... Enjuagamos todo esto...
Sandra Rico: - Y adentro todo para el lavavajillas...
Sandra Rico: - Mi madre siempre dice que este es el mejor invento de la cocina...
Sandra Rico: - Pues ya está... El programa rápido... Fatu, ¿no echas de menos estas cosas cuando estás en tu poblado?
Fatumata: - Pues cada vez me voy acostumbrando más a ellas y poco a poco me vuelvo más cómoda pero yo siempre perteneceré a mi tribu. Ver a los míos allí y compartir el día a día con ellos, es mucho más importante que cualquier invento tecnológico. Además soy muy partidaria de no complicarse la vida y hacer lo que siempre han hecho nuestras abuelas...
Fatumata: - Mmm, esto está en su punto...
Sandra Rico: - Parece que se ha manchado ahí un poquitín...
Sandra Rico: - Voy a limpiarlo con un trapito y mientras tanto, Fatu, aparta ya del fuego la salsa y ves preparando la bandeja con el pescado...
Sandra Rico: - Pues cuando des a luz, tienes que volver a nuestro programa a que veamos a tu pequeño.
Fatumata: - Por supuesto, Sandra, y os haré un arroz con ratones para celebrarlo.
Sandra Rico: - Os recuerdo que hay que reciclar siempre. Separar es alargar la vida...
Sandra Rico: - Pues ya está listo en su bandeja...
Fatumata: - Sí, he repartido la salsita por todas partes para que coja el pescado bien el sabor...
Sandra Rico: - ¿Y ahora qué hacemos, Fatu?
Fatumata: - Lo introducimos en el horno a 200ºC...
Sandra Rico: - ¿Y cuánto tiempo aproximadamete?
Fatumata: - Con 30 minutos, yo creo que será suficiente...
Sandra Rico: - Pues mientras que se termina de hacer el pescado, vamos a preparar el postre. Fatu, yo sé que tú eres muy golosa. Veo aquí: huevos, harina, galletas, leche, mermelada... ¿Qué vamos a preparar como postre?
Fatumata: - Pues vamos a preparar una tarta que también me encanta hacer cuando vienen a casa los piratas amigos de mi marido. Es fácil, barata y muy deliciosa...

Fatumata: - Empezamos echando los huevos con el azúcar y mezclándolo bien... Después poco a poco, vamos a ir añadiendo la harina de maizena...
Sandra Rico: - Hemos hecho una especie de crema que vamos a poner entre capa y capa de galletas... Voy colocando galletas...
Fatumata: - Nos hace falta una capa más fina de crema para arriba. Y la vamos a hacer en la batidora...

Fatumata: - Y ahora la echamos por encima... Y después cubriremos con mermelada de fresa...
Sandra Rico: - Voy a poner mientras tanto a calentar un poco el horno...
Fatumata: - Y ahora lo dejamos a fuego medio media horita y listo.
Fatumata: - Hay que controlar bien el tiempo y la temperatura del horno...
Fatumata: - Yo recomiendo esta tarta tanto como postre como para merendar...
Media hora después...
Sandra Rico: - Pues aquí estamos de nuevo y con el pescado al pim pim ya emplatado y que desprende un olorcillo que parece estar diciendo: cómeme... mmm.
Sandra Rico: - ¿Qué hacemos, Fatu? ?Le hincamos el diente ya?
Fatumata: - ¡Un momentín! Le falta un detalle. Ya está... Mejor con un poquito de perejil...
Sandra Rico: - Y aquí tenemos también la tarta... Nos han salido dos platos realmente deliciosos...
Sandra Rico: - Mmmmmm...
Fatumata: - ¡Buenísimo!
Sandra Rico: - Está tan bueno, que tu bebé debe estar dando saltos de alegría en tu tripita...
Fatumata: - Sí, jajaja, lo noto moverse. De esto no va a salirle ningún antojo...
Sandra Rico: - Pues nosotras nos quedamos aquí disfrutando de este delicioso pescado al pim pim y la deliciosa tarta... Muchas gracias, Fatu, por habernos acompañado... Y a vosotros, no os olvidéis, os esperamos en el próximo programa con muchas más recetas para chuparse los dedos. No nos fallen. Los queremos...
Fatumata: - Besotes para todos...
Melodía final del programa

viernes, 10 de abril de 2015

El gimnasio (3ª y última parte)

El gimnasio de moda en la ciudad decidió organizar para el domingo siguiente una jornada especial al aire libre con las bicicletas. Al terminar el día algunos de los monitores comentaban los últimos detalles sobre ese día. Diamante y Wen salieron justo en ese momento y los encontraron en la puerta del gimnasio. 
Fabiola: -¿Y vosotros qué? ¿Os habéis apuntado al día en bicicleta? - tanteó Fabiola a Wen con su pregunta.
 Chino Juan: - ¡Diamante, cuento contigo!
Wen: Yo... no sé...
Fabiola: - ¡Vamos! ¡Animaos! ¡Lo pasaremos bien!
Ray: - No todo el mundo tiene la suficiente resistencia como para aguantar un día en bicicleta...
Diamante: - Hmm... Pensándolo bien. Me apetece mucho ir. Bici y naturaleza...
Marcos: - Ofreceremos además algún tentempié para la mañana y habrá premios y regalos para los participantes... Incluso podéis traer a algún familiar.
¡Nosotros también nos apuntamos! - se oyó una voz desde el vestíbulo del gimnasio de los nuevos amigos de Diamante, Pericón y Juanón.
Wen: - Está bien... Yo también iré. Avisaré a Willy. Le encanta salir con bicicleta.
Fabiola: - ¡Estupendo! ¡Será un día para recordar!
Fabiola: - Wen, ¿ya te vas para casa? Esta noche estoy sola. Si te apetece, podrías venir a cenar y vemos una peli juntos...
Wen: - Yo... Lo siento pero tengo ya planes para esta noche. Voy a cenar a casa de mis padres.
Fabiola: - Bueno... otra vez será...
Mientras tanto en los vestuarios Sabrina acababa de asearse cuando llamó su atención un sobre que asomaba bajo su mochila. 
 Se acercó y lo recogió curiosa y sorprendida al leer su nombre. Antes de abrirlo, miró a ambos lados para asegurarse de que estaba sola en el vestuario.
"Conozco tu secreto. Sé lo que hiciste en las duchas. Te espero pasado mañana a las 20:00 horas en el café de la plaza de San Clickotín. No faltes si quieres que nuestro secreto no se haga público."
  Sabrina se quedó paralizada por completo, le temblaron las piernas y tuvo que dejarse caer en el banco. Un escalofrío se apoderó de ella, le vino la imagen de John a su cabeza y sintió miedo, un terrible miedo a perder al único click que la había amado de verdad. En ese momento se dio cuenta de cuanto lo quería y del terrible error que había cometido.
 Sabrina: - ¡NOOOOOOOOOOOO! ¡No nos van a separar! ¡De John no!
 Por fin llegó el domingo y con él el día en bici. Las expectativas de participación que los organizadores se había creado se superaron con creces. Más de cien clicks con sus bicicletas acudieron al evento. Ximena y Valeria estaban allí también. 
Valeria: - Te he echado un zumo por si tienes sed a mitad del camino. Ten mucho cuidado, cariño.Tú a tu ritmo.
Ximena: - ¡Qué sí! No te preocupes más. El señor Agripino es un gran deportista y cuidará de mi.

Diamante:- Llegó el gran día...
Fabiola: - Wen, tú sígueme a mí para no perderte.
Willy: - Está como un tren esta clack y mi primo parece ciego.. Ni la mira...

  El chino Juan había montado un puesto con avituallamiento para los ciclistas.
Chino Juan: - ¡Balato! ¡Balato!

   Subido en un tronco de árbol, uno de los monitores, Marcos el guaperas, llamó a todos a sus puestos y les explicó la ruta que iban a seguir.
Marcos: - ¡Atención todos!...

   Todo el grupo comenzó a pedalear siguiendo a los tres monitores Marcos, Ray y Fabiola.
Diamante: - ¡Vamos Willy, campeón!
Fabiola: - ¡Weeeen!
Wen: - Willy, tú conmigo. No me dejes solo.
Willy: - Esto no te saldrá barato, primo. Yo te cubro las espaldas de esa clack pero quiero algo a cambio.
Wen: - ¡Serás aprovechado! ¿Qué quieres?
Willy: - Quiero que me compres el nuevo videojuego de Cutreman.
Diamante: - Hoy no te libras de la humillación, Ray...

Sabrina: - ¡Ánimo, John!
  Juanón y Pericón empezaron también a pedalear aunque no podían seguir el ritmo de los otros ciclistas.
Sergio: - ¡Dadle fuerte!
Ray salió disparado el primero riéndose de todos. Estaba dispuesto a hacerse el circuito y dar la vuelta en menos tiempo que nadie.
El camino estaba resultando un regalo para todos los sentidos con esos preciosos paisajes naturales.
John, en una excelente forma física, era uno de los más adelantados del pelotón.
Algunos padres habían ido acompañados de sus hijos, dispuestos a pasar un buen día en familia.
Fabiola de vez en cuando se paraba para esperar a Wen. Pero este parecía ir lento con la idea de despistarla.
Fabiola: - ¡Vamos, Wen! Te estaba esperando.
Diamante se bajó de la bici, apartándose del grupo y retrocedió un poco en el camino recorrido. 
   Se ocultó entre unos matorrales con la bici.
  Wen le hizo un gesto cómplice. Diamante le había comentado parte de sus planes. Y le pidió que continuará, para que Fabiola siguiera y no lo echaran de menos.
Oculto entre las rocas Diamante veía a todos los ciclistas pasar. 
 Ximena se paró en mitad del camino y Diamante temió que echara a perder sus planes.
Diamante: - ¡No! ¿Y ahora por qué se para esta? ¡Continúa!
Ximena: - ¡Oh! ¿Le gusta esa flor, señor Agripino? ¡Sí, es de tu color!
La joven wensulana cogió una flor y siguió su camino. Por fin aparecieron en el camino Juanón y Pericón.
   Diamante los llamó desde su escondite.
Diamante: - ¡Pssss! ¡Pericón! ¡Juanón! ¡Estoy aquí!
  Entre los tres en un momento cambiaron las señales del circuito.

  Después esperaron agazapagos en su escondite. Sabían que Ray iba el primero y sería el siguiente en pasar. Solo tuvieron que esperar escondidos.
 Desde allí vieron como Ray se precipitaba al barranco.
Ray: - ¡AHHHHHHHHHHHHHHH!

Juanón: - ¿No nos habremos pasado? ¿Está muerto?
Pericón: - ¡Qué dices! ¡Solo está inconsciente del golpe!
Diamante: - Pues a mí no me da ninguna pena. Acordaos de todos lo que nos ha hecho sudar...
Juanón: - ¡¡Shhhh! Silencio! ¡Parece que vuelve en sí!
Diamante: - ¡Será mejor que desaparezcamos!

Ray: - ¡Ay! ¡Ayyy! ¡Menuda culá me he dado!
   Cuando finalizó la mañana y echaron en falta a Ray, los otros monitores lo buscaron por todo el bosque. John escuchó sus gritos pidiendo ayuda pronto entre unos cuantos lo ayudaron a salir del barranco en el que había caído. 
Diamante, Juanón y Pericón lo habían conseguido. Ray tenía unos lagos meses de baja por delante. Se habían liberado de la tiranía del plan para gordos para una buena temporada.
  Al día siguiente Sabrina llegó al lugar y a la hora que le habían citado. Se había puesto unas enormes gafas de sol oscuras, para no ser reconocida, y no dejaba de mirar atrás para asegurarse de que nadie conocido lo veía
   Pasó deprisa junto a un grupo uniformado con la misma chaquetita azul.
Sabrina: - ¡Maldición! ¡Nino y sus peluqueras!
   Una de las peluqueras había sido madre y los ojos de todos sus compañeros estaban fijos en las monadas de la criaturita. Sabrina pudo pasar sin ser vista.
Nino: - No puede negar que es hija tuya, nena. Es una fotocopia tuya en miniatura.
   Entonces Sabrina lo vio allí. El misterioso autor de la nota no era otro que el maltrecho Ray.
   Sabrina se acercó...
Ray: - Te esperaba.
Sabrina: - Así que eras tú...
Ray: - Siento no poder recibirte en mejores condiciones...
Sabrina: - Pues no me das pena ninguna. Te lo merecías. Menos mal que hay un karma que todo lo devuelve.
Ray: - Sabrina, no has escuchado nunca que quién desea el mal a su vecino, viene el suyo de camino. En fin... no tengo mucho tiempo para perderlo contigo. Seré breve. Quiero veinte mil cleuros a cambio de mi silencio.


Sabrina: ¡Veinte mil cleuros! ¡Estás loco! Yo no tengo esa cantidad de dinero.
Ray: - No, tú no. Pero una exclusiva con fotos de la noticia de tu affaire con el señor Cladal vale mucho más. Si no quieres que tu policía cachas se entere, ya pídele el dinero a tu amante o ve buscándote la vida como sea para conseguirlo. Te doy una semana para conseguir el dinero. De lo contrario, venderé las fotos a una revista. Aquí tienes las instrucciones de donde debes dejar el dinero y como debes hacerlo.
Ray: - Por supuesto, no cometas ninguna estupidez de irte de la lengua con el poli, no te interesa y si lo haces, te aseguro que tu imagen quedará dañado ante todo el playmundo de por vida.
Sabrina: - ¡Eres un miserable! ¡Ojalá se te gangrene la pierna!
Ray: - Rubita resentida... El odio no conduce a ninguna parte. Sé buena muñeca y tal vez cuando me recupere pueda darte lo tuyo. Sé que te van los cuerpos musculados... ¿No me encuentras atractivo?
Sabrina: - ¡Eres asqueroso! ¡Lo único que desearía es escupirte en la cara!
Ray: - ¡Adiós, muñeca!

                               FIN

          (Continuará en otras historias...)