domingo, 20 de mayo de 2018

El viaje de Diamante: Segunda Parte - El bosque

En cuestión de pocos minutos llegaron los servicios de emergencia. Trataban de reanimar a Diamante pero el pirata no reaccionaba...
Enfermera: - Vamos, reacciona...
Doctora: - No dejes de masajear. Vamos a repetir la descarga...
Enfermera: - Es inútil...
Dante: - Papá...
Suselle: - ¡Por favor, papá...!
 Enfermero: - Es mejor que se lleve de aquí a los niños...
 Diamante: - ¿Cómo puedo estar aquí y ahí tendido? Nadie me ve... No entiendo nada... Quiero volver a mi cuerpo...
 Pirata Barbilila: - ¡Imposible! Ya es tarde para eso...
 Diamante: - ¿Eh? ¿Quién eres? ¿Puedes verme? Tu cara me es familiar...
 Barbilila: - Fuiste testigo de mi muerte en manos de esos soldados ingleses. Fue una emboscada horrible en Isla Tortuga. Muchos piratas fueron heridos pero sólo yo perdí la vida en tus brazos... Tal vez por eso ahora me han elegido a mí...
Diamante: ¡¿Barbilila?! ¿Quién te ha elegido?
Baribilila: - Ellos (subiendo los ojos hacia arriba)... Pero no podemos entretenernos conversando más. Diamante, tenemos que salir de aquí ya. Son sus órdenes.
Diamante: - ¡Espera un momento! ¿Sus órdenes? ¿De qué estás hablando? Estoy muy confundido... Pero no quiero irme...
Barbilila: - No hay tiempo...
Diamante: - ¿Qué será de mis hijos? No puedo dejarlos así... ¿Y Sus? No para de llorar...
Barbilila: - Diamante, lo siento. Debemos marcharnos... Tú realmente ya no estás con ellos...
Diamante: - ¡Espera! ¡Déjame despedirme, por favor!
Barbilila: - No tiene sentido. Ellos sólo pueden ver a su padre tirado en el suelo y muerto.
Diamante: - ¿Y Pandy?
Barbilila: - Algunos animales tienen un sexto sentido. Vamos, nos espera un largo viaje...
Suselle: - Buahhh...
Dante: - No llores, a papá no le gustaría verte llorar...
Suselle: - No puedo evitarlo... Tengo un nudo en el pecho que me ahoga...
Dante: - Entonces llora y desahógate... Tenemos tiempo para hacernos los valientes. Buahhh...
Diamante: - Adiós, mis pequeños... Os quiero...

De repente aparecí en un bosque oscuro, Barbilila ya no estaba a mi lado. Una temible fiera avanzaba hacia mí...

Sentí miedo pero traté de sacar el valor del que hacía gala como pirata y así enfrentarme a la terrible pantera negra que no me quitaba los ojos de encima...
 La acaricié en la cabeza y la fiera se amagó.
 Seguidamente desapareció corriendo a toda prisa.
 Miré a mi alrededor tratando de encontrar el camino de vuelta a casa pero entonces un salvaje león salió de entre las rocas que conformaban una especie de cueva.
 Traté de retroceder con cuidado pero los nervios hicieron que estuviera a punto de tropezar.
 Subí a unas rocas para ponerme a salvo y el feroz león me enseñó sus fauces lanzándome un ensordecedor rugido que me hizo temblar.
 Subí a lo más alto y por suerte la fiera se dio la vuelta y huyó.
 En mi camino se interpuso una tercera fiera, una loba de pelaje grisáceo claro y ojos rojizos.
 Me di cuenta de que era imposible seguir mi camino por allí y bajé la colina a toda prisa.
 Corrí sin mirar atrás...
 Entonces llegué a una zona del bosque menos oscura, donde pude sentirme seguro.
Barbilila apareció de la nada a mi lado.
Barbilila: - Este bosque está lejos de tu mundo. Por mucho que camines no podrás encontrar el camino de vuelta a los tuyos. Terribles peligros acechan en él. 
Barbilila: - Diamante, vas a realizar un viaje que ningún mortal jamás podrá llevar a cabo. ¿Estás preparado?
Diamante: - Sí... Enséñame los misterios de este otro mundo.
Diamante: - ¿Dónde estamos? ¿Por qué sale esa lava roja del interior de esta colina?¿Y ese olor a azufre?
 Barbilila: - Vamos a viajar por las entrañas de la tierra... Debemos tener mucho cuidado.
 Barbilila: - Dimante, es mejor que te pongas esta capa.
 Barbilila: - Y ahora sígueme...

Continuará...