viernes, 29 de abril de 2011

Las monjitas de Clisandia

              Las siete hermanas fundadoras
  Son las siete monjas que fundaron el convento de San Clickotín más importante de Clisandia. El lugar elegido fue una gran casa en el bosque perteneciente a siete enanos, a los que consiguieron echar gracias a sus artimañas. Por orden en la foto las siete hermanas son: Sor Mª Brígida (la más anciana y la más pilla), Sor Cortés (la administrativa del convento), Sor Irene (la encargada de los animales), Sor Obdulia (la bibliotecaria), Sor Josefa (la más gruñona), Sor Natividad (la madre superiora) y Sor Consuelo (la directora del colegio que llevan).

                          Las hermanas más trabajadoras

                          
   En el convento nadie está con los brazos cruzados. El lema de estas hermanas es el precepto "ora y labora", por eso cada una de ellas tiene una labor.
  Sor Adoración, más conocida como "Sor Alfileres" es la encargada de mantener siempre a punto el ropero del convento. De sus manos salen tanto los bordados y mantos más finos para la Virgen y Santos, como los remiendos y zurcidos para los viejos hábitos de las hermanas.
  Sor Mª Ángeles, a quién las hermanas más jovenes pusieron el sobrenombre de "Sor Rulos", por esos ricitos que se le hacen en su pelo y por ser la peluquera del convento,  se encarga de cortar el pelo a las novicias y demás hermanas. Además confecciona pelucas para las figuras de los Santos.
  Sor Iluminada es una joven y bella clack que se encarga de encender los cirios de las misas, así como del mantenimiento de las velas que ponen los feligreses en la Iglesia.
  Sor Florencia es la encargada del huerto que hay detrás del convento. Cultiva y recoge pimientos, repollos, calabazas, tomates, el fruto de diversos árboles frutales y las más bellas flores. Trabaja de mañana y sol y nunca se queja aunque siempre está sudando y con un color de cara característico.


 
  Sor Mercedes es la tecnóloga. Siempre anda con cables y tornillos por los bolsillos, por eso sus alumnos la llama Sor Tornillos. Se lleva muy bien con Sor Tecla, la infórmatica del convento, que ha conseguido revolucionar el convento y situarlo en la red.
 Sor Pía y Sor Tomasa son  de las llamadas hermanas oscuras. Se encargan del sagrario y del vino de la Misa. No les gustan demasiado las nuevas generaciones del convento que tratan de modernizarlo y siempre están confabulando junto a Sor Pilar, una de las hermanas misioneras.
  Sor Bernarda, más conocida como Sor Picassa, es la artista del convento. Sus pinturas y esculturas son muy valoradas dentro y fuera del convento, alcanzando algunas de ellas sumas bastante importantes en el mercado. La acompaña a menudo Sor Cecilia, una apasionada por la música, que alegra el convento con su guitarra y toca el órgano en las ceremonias más solemnes.

   Sor Elvira es la más joven de las hermanas. Esta pecosa, que aún no ha cumplido los veinte, es un terremoto, siempre está riendo y allá por donde pasa pone todo patas arriba. Por su juventud tiene asignadas las tareas más duras, como barrer todo el convento, por eso las hermanas la llaman cariñosamente "Sor Escoba".
 Sor Adelaida es la cocinera del convento. Tiene unas manos como nadie para elaborar las mejores recetas secretas de dulces. Su carácter dulce y tierno y el hecho de estar siempre rodeada de huevos, harina y limones,  ha hecho que sea conocida en todo el convento como Sor Bizcocho.
 Sor Gertrudis es la campanera del convento, por eso todos la conocen como Sor Talán. Esta hermana, a la que le encantan las alturas, vivió un corto pero intenso romance con un pirata, Tom (hermano de Othello).

                           Las misioneras
  
   Sor Pilar, Sor María, Sor Juana Inés, Sor Teresa, Sor Fátima y Sor Umiko son las hermanas misioneras venidas desde diferentes puntos de Latinoamérica, Asia y África.


                                            (Foto de grupo de todo el convento)

2 comentarios:

  1. ¡Que gusto da ver a las monjitas en sus labores! Lo del "ora y labora" está pero que muy bien, aunque yo creo que tienen un segundo lema, más discutible: "el fin justifica los medios", y es que hay que ver la de líos en los que se han metido sin reparar en los destrozos que causan, empezando por el desalojo de los enanitos al principio de sus aventuras. Eso sí, tienen una mano para la cocina que no se puede negar, y su organización y afán hace que me caigan simpáticas a pesar de que sus acciones en muchos casos son más que discutibles. Pero, a su modo, tratan de hacer el bien, y me gusta su independencia y decisión.

    En las fotos veo a mis monjitas favoritas, como Sor María Brígida, sor Irene (que la tengo en el zooparque un día sí otro también)... o Sor Gertrudis, que pasa del amor de Dios al de los hombres sin demasiado problema.

    Un grupito adorable, ¡espero que me tengan en sus oraciones, que no las quiero de enemigas! :-D

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  2. Muy rica tu colección y tu blog... las historias que cuentas son preciosas...

    Le invito a echar un vistazo en mi blog sobre Playmobil brasileño: www.playvender.blogspot.com

    Saludos desde Brasil,
    ZEROCAL

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