Todo el personal del nuevo hotel formó un
pasillo para recibir a Don Ernesto. Lo seguían muy de cerca el director
Francisco López, el gerente de personal Jaime Luna y la eficiente secretaria
Idalia.
Una cinta de seda roja atada en las dos
palmeras de la entrada sellaba celosamente la entrada al hotel. A don Ernesto
le facilitaron unas tijeras, a fin de cortar la simbólica cinta.
Pronunció unas emotivas palabras que todos escucharon atentos y dirigió una mirada a su nieto, que Wen devolvió con un gesto de complicidad. Seguido partió decidido en dos la cinta y
abrió el paso al hotel.
Los empleados estallaron entonces en un jubiloso aplauso.
El agente Z empujó la silla y todos siguieron
a don Ernesto en su honorífica entrada.
El abuelo sonreía y observaba todo comentando con
su nieto lo que le gustaba. No tuvo inconvenientes en acercarse a los empleados y entablar conversación con ellos,
mostrando su interés por algunos servicios
del hotel anunciados en carteles, como el del alquiler de coches o el autocar
para acercar a los turistas al aeropuerto y organizar pequeñas excursiones por los alrededores.
Idalia explicaba a Wen el sistema de
seguridad en el hotel y el proyecto de ampliación del edificio en una seguda
fase con una suite especial.
Don Francisco y don Jaime mostraron a Wen la
amplitud de las habitaciones y la posibilidad de incluir camas auxiliares o
cunas para bebés en ella.
El moderno sistema de apertura de las puertas de las habitaciones,
último hito en seguridad click, dejó encantado al nieto de don Ernesto, aunque ya había
tenido la oportunidad de observarlo en otro hotel de la misma cadena en Wensuland cuando estuvo en la
habitación de Sabrina y John.
El abuelo comprobó que las instalaciones
estaban perfectamente preparadas para evitar barreras arquitétonicas a las personas en sillas
de rueda. Además se mostró encantado de los baños dentro de los dormitorios
y la posibilidad de una pequeña terraza, incluída en algunas habitaciones, en la que tomar el sol o el fresco por las noches.
Después se dirigieron al comedor, dejaron de
lado la sala de juegos infantiles.
En la zona del comedor, se había preparado un refrigerio con un cóctel
para don Ernesto y el resto de directivos.
Don Ernesto disfrutó mucho escuchando la
música en directo del jovencísimo y famoso cantante Clisktin Cliber y charlando
animadamente con unos y otros. Parecía haber rejuvenecido treinta años.
Wen, aunque no se sentía en su salsa, estaba
feliz de ver al abuelo tan contento. Los directivos Francisco y Jaime también radiaban
dicha ante la perspectiva de este buen negocio. Después de tanto años de capa
caída, tras la desaparición del periódico el CLECE, perdido por la larga crisis
clickera, que los desplazó a un segundo plano en la vida social y la política
de Clisandia, ahora por fin tenían una segunda oportunidad de resurgir. Sus
grandes familias se sentirían orgullosas de ellos. Mientras la secretaria Idalia conversaba divertida con el agente Z,
con el que pareció congeniar perfectamente.
Gabriel y Mario no tuvieron casi un respiro
atendiendo a los directivos y pendientes todo el tiempo de don Ernesto, el cual
agradeció su simpatía aceptando encantado al final de la velada el hacerse una
foto de recuerdo, con todos los nuevos trabajadores del hotel.
FIN
¡Que inauguración! Por todo lo alto, como se merece semejante acontecimiento ;) Ernesto no se podía negar a acudir a la inauguración, este hotel representa muchas cosas. La primera es lo mucho que van a disfrutar todos los habitantes de Clisandia y el Playmundo en las fabulosas instalaciones del hotel. Luego el resurgir de la crisis de muchas familias, que ven en este hotel un futuro espléndido. Por otro lado también significa mucho para Ernesto, es un paso adelante. Después de lo que ocurrió con Uma, del tremendo palo que se llevó el pobre, este proyecto la a venido muy bien para mirar a la vida con una sonrisa y olvidar todo lo malo. Wen como no, aunque no es que disfrute haciendo estas cosas, está encantado. Ayuda a su abuelo pero es que además en ese hotel se respira energía positiva. Yo creo que este hotel será un éxito en el Playmundo (a ver cuando construyen uno por Wensuland jajajajaja). Que risas con Clisktin Cliber jajajajaja, que bueno. El recorrido por todas las instalaciones a servido para que conozcamos mejor como es el hotel y si nos interesa alojarnos en él (ahora mismo miro por Internet si hay plazas libres para este verano jijiji), Sus y todos los demás fijo que se harán clientes fijos. La foto final con todos los empleados juntos es chulísima. Lo mejor de todo es que esto acaba de empezar, ¡nos esperan muchas aventuras en este hotel! ¡Que sigaaaaaaaaaaaaaa!
ResponderEliminarMuchas gracias, Dani, por tus palabras. Esta historia es tan mía como tuya.
EliminarMe encanta el personaje de Don Ernesto Pérez.
ResponderEliminarÀlex.
Jajajajajajaja, sí, es un personaje creado por Dani (Wensus), que es muy peculiar.
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