lunes, 8 de julio de 2013

Hotel HCL 2: La inauguración

     Y llegó el gran día: el día de la inauguración del primer hotel HCL en Clisandia. Don Ernesto Pérez llegó a eso de las doce del medio día. Empujaba su silla su agente más preciado. A su lado caminaba decidido su querido nieto Wen. Hasta ahora no había estado muy puesto en los negocios familiares. Era un pirata, un espíritu libre, como su padre pero después del desengaño de don Ernesto con Uma,  este se había vuelto más desconfiado y por eso había preferido recurrir a su propia sangre para tratar este importante negocio. Le había pedido ayuda a su nieto y él no había podido negarse a los deseos de su abuelo.




Todo el personal del nuevo hotel formó un pasillo para recibir a Don Ernesto. Lo seguían muy de cerca el director Francisco López, el gerente de personal Jaime Luna y la eficiente secretaria Idalia. 



  Una cinta de seda roja atada en las dos palmeras de la entrada sellaba celosamente la entrada al hotel. A don Ernesto le facilitaron unas tijeras, a fin de cortar la simbólica cinta.



   Pronunció unas emotivas palabras que todos escucharon atentos y dirigió una mirada a su nieto, que Wen devolvió con un gesto de complicidad. Seguido partió decidido en dos la cinta y abrió el paso al hotel.

 
Los empleados estallaron entonces en un jubiloso aplauso.



El agente Z empujó la silla y todos siguieron a don Ernesto en su honorífica entrada.



El abuelo sonreía y observaba todo comentando con su nieto lo que le gustaba. No tuvo inconvenientes en acercarse a los empleados y entablar conversación con ellos, mostrando su interés por algunos  servicios del hotel anunciados en carteles, como el del alquiler de coches o el autocar para acercar a los turistas al aeropuerto y organizar pequeñas excursiones por los alrededores.


   Idalia explicaba a Wen el sistema de seguridad en el hotel y el proyecto de ampliación del edificio en una seguda fase con una suite especial.



Don Francisco y don Jaime mostraron a Wen la amplitud de las habitaciones y la posibilidad de incluir camas auxiliares o cunas para bebés en ella.



   El moderno sistema de apertura de las puertas de las habitaciones, último hito en seguridad click, dejó encantado al nieto de don Ernesto, aunque ya había tenido la oportunidad de observarlo en otro hotel de la misma cadena en Wensuland cuando estuvo en la habitación de Sabrina y John.



   El abuelo comprobó que las instalaciones estaban perfectamente preparadas para evitar barreras arquitétonicas a las personas en sillas de rueda. Además se mostró encantado de los baños dentro de los dormitorios y la posibilidad de una pequeña terraza, incluída en algunas habitaciones, en la que tomar el sol o el fresco por las noches.



Después se dirigieron al comedor, dejaron de lado la sala de juegos infantiles.



   En la zona del comedor,  se había preparado un refrigerio con un cóctel para don Ernesto y el resto de directivos.



Don Ernesto disfrutó mucho escuchando la música en directo del jovencísimo y famoso cantante Clisktin Cliber y charlando animadamente con unos y otros. Parecía haber rejuvenecido treinta años.



   Wen, aunque no se sentía en su salsa, estaba feliz de ver al abuelo tan contento. Los directivos Francisco y Jaime también radiaban dicha ante la perspectiva de este buen negocio. Después de tanto años de capa caída, tras la desaparición del periódico el CLECE, perdido por la larga crisis clickera, que los desplazó a un segundo plano en la vida social y la política de Clisandia, ahora por fin tenían una segunda oportunidad de resurgir. Sus grandes familias se sentirían orgullosas de ellos. Mientras la secretaria Idalia conversaba divertida con el agente Z, con el que pareció congeniar perfectamente.



   Gabriel y Mario no tuvieron casi un respiro atendiendo a los directivos y pendientes todo el tiempo de don Ernesto, el cual agradeció su simpatía aceptando encantado al final de la velada el hacerse una foto de recuerdo, con todos los nuevos trabajadores del hotel. 


                                                                    FIN

4 comentarios:

  1. ¡Que inauguración! Por todo lo alto, como se merece semejante acontecimiento ;) Ernesto no se podía negar a acudir a la inauguración, este hotel representa muchas cosas. La primera es lo mucho que van a disfrutar todos los habitantes de Clisandia y el Playmundo en las fabulosas instalaciones del hotel. Luego el resurgir de la crisis de muchas familias, que ven en este hotel un futuro espléndido. Por otro lado también significa mucho para Ernesto, es un paso adelante. Después de lo que ocurrió con Uma, del tremendo palo que se llevó el pobre, este proyecto la a venido muy bien para mirar a la vida con una sonrisa y olvidar todo lo malo. Wen como no, aunque no es que disfrute haciendo estas cosas, está encantado. Ayuda a su abuelo pero es que además en ese hotel se respira energía positiva. Yo creo que este hotel será un éxito en el Playmundo (a ver cuando construyen uno por Wensuland jajajajaja). Que risas con Clisktin Cliber jajajajaja, que bueno. El recorrido por todas las instalaciones a servido para que conozcamos mejor como es el hotel y si nos interesa alojarnos en él (ahora mismo miro por Internet si hay plazas libres para este verano jijiji), Sus y todos los demás fijo que se harán clientes fijos. La foto final con todos los empleados juntos es chulísima. Lo mejor de todo es que esto acaba de empezar, ¡nos esperan muchas aventuras en este hotel! ¡Que sigaaaaaaaaaaaaaa!

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    1. Muchas gracias, Dani, por tus palabras. Esta historia es tan mía como tuya.

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  2. Me encanta el personaje de Don Ernesto Pérez.

    Àlex.

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  3. Jajajajajajaja, sí, es un personaje creado por Dani (Wensus), que es muy peculiar.

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