sábado, 20 de octubre de 2018

Sebastian (Temporada II): Capítulo 3 - Pistas

Ben me acompañó hasta las puertas del museo más importante de la ciudad. En su interior se albergaban además de piezas muy valiosas del antiguo Egipto, una biblioteca y un archivo, al que solían acudir investigadores y arqueólogos de todo el mundo.
Ben: - En el interior de este lugar espero que encontremos respuestas a nuestras preguntas.
Duclack: - La entrada es impresionante...
Ben: - Es un antiguo templo egipcio.
Ben: - Adelante...
Paseamos por las distintas estancias del museo deteniéndonos en aquellos elementos que encontrábamos de nuestro interés.
Duclack: - Me parece fascinante toda la cultura del antiguo Egipto...
Ben: - Subamos por aquí...
Ben: - Esta sala es una réplica de una de las pirámides que se conservan a pocos kilómetros de aquí. La más grande de todas.
Duclack: - Hmm... Ben, creo que he encontrado algo... Mira esto...
Ben: - Hace referencia al dios Seth y sus seguidores... Es el mismo al que aún hoy adora la secta de los sethines.
Duclack: - Aquí explica que solían hacer sacrificios al señor del caos...
Ben: - Bajemos a la biblioteca y el archivo.
Elena: - Si me decís qué buscáis, tal vez pueda ayudaros.
Duclack: - Los sethines son una secta que surgió hace más de tres mil años [...]. Aún hoy existen reductos de esta secta. Desde la Edad Media se instauró la tradición de los sacrificios de varones para conseguir el favor del Dios...
Ben: - Hmm... Estas inscripciones en árabe pueden darnos alguna pista también...
Elena: - Me llamo Elena y soy arqueóloga e investigadora. Trabajo en este lugar desde hace casi diez años.
Ben: - Yo soy Ben Rosales y ella es Duclack Karó. Estamos buscando información sobre los sethines. Tenemos serias sospechas de que un amigo nuestro ha caído en manos de esa secta.
Elena: - En estos libros podéis encontrar más información sobre los sethies.
Elena: - ¿Y decís que vuestro amigo estaba investigando acerca del cadáver aparecido hace meses?
Duclack: - Así es. Quería escribir un libro.
Elena: - Ahora que lo decís, recuerdo a un chico que estuvo aquí... Me hizo algunas preguntas sobre unos libros que hablaban de este tema. Estaba muy interesado en conocer las costumbres de culto de esta secta y sobre la noticia que salió hace meses en el periódico...
Estuvo leyendo y tomando apuntes durante horas...
Cuando terminó, se fue con su cuaderno en la mano. Hace tiempo que los estudio y sí algo sé es que esa secta es peligrosa. Vuestro amigo puede haberse metido en problemas con su investigación. Si ahora él ha desaparecido, me temo lo peor... Tened cuidado...
Ben: - Espera, Duclack. ¿Qué pasa? ¿A dónde vas tan deprisa?
Ben: - ¿Estás bien?
Duclack: - Sí, no te preocupes... No es nada.
Ben: - Duclack, si quieres que te ayude en esto, necesito que seas sincera conmigo. No pueden existir secretos entre nosotros. Primero de todo quiero saber qué hay exactamente entre tú y Sebastián. Uno no se cruza medio mundo sin equipaje en busca de un simple mayordomo. Y también: ¿Qué tienes? No es la primera vez que te sientes indispuesta y si mi olfato no me engaña, diría que puede deberse a que estés... ¿embarazada?
Duclack: - Sí... Es posible...
Ben: - ¿Es posible?
Duclack: - Estoy casi cien por cien segura... Y sí... Sebastián es más que mi mayordomo.
Duclack: - Sebastián me ha ayudado mucho con la adopción de Pradito. Él y yo nos convertimos en buenos amigos... Pasamos el verano juntos y nació entre los dos una gran pasión... Es el padre del hijo que estoy esperando... En nuestro último encuentro no me porté bien con él. Pero fue, porque no quería atarlo a mi lado, sin poder ofrecerle nada y que él sacrificara todo su futuro por mí. Lo eché de mi lado. Él es un gran escritor y merecía una oportunidad. Pero me equivoqué. Me he dado cuenta de que lo amo demasiado. Necesito hablar con él.
Ben: - Lo encontraremos, Duclack.
Charly: - ¡Anda pero si es el rarito! Parece que un año más volvemos a coincidir... Te veo más verde y huesudo. ¡Qué pena que no te hayas ahogado este verano en el pantano de tu padre! Procura mantenerte lejos de mí en clase. Apestas a podrido...
Willy: - ¿Qué te ha dicho ese imbécil?
Junior: - Nada... Subamos a clase... La tutora debe estar esperándonos.
Irene: - Hola, me llamo Irene. Soy profesora de francés desde hace seis años y voy a ser vuestra tutora este año...
Patty: - Señorita, faltan sillas...
Irene: - ¡Uhhs! No os preocupéis. Esta no va  a ser nuestra aula. Pero están arreglando un radiador y mientras tanto hemos tenido que ocupar esta. Sacad una hoja para apuntar. Hoy os voy a pasar vuestro horario de clase. Os informaré sobre los profesores que tendréis este año, las aulas y os explicaré las normas del centro. 
Willy: - Parece simpática nuestra tutora.
Junior: - Sí, me cae bien de momento.
Renzo: - Shhh... ¿Tienes un boli para copiar el horario, Manolete?
Manolete: - No...
Renzo: - Pregúntale a Jorgito.
Manolete: - ¿Tienes un boli de sobra?
Jorgito: - No, yo paso de copiar el primer día. Luego hacemos una foto a lo que copie Willy...
Bastet: - ¿Seguro que no le haréis daño?
Hasan: - Ese extranjero no debió meter sus narices en ese crimen... No tengas pena por él. ¿O acaso te gusta? Es sólo un infiel.
Sebastián: - MMMMMMM
Lilu: - No soporto a ese click. 
Papuchi: - Cariño, ¿qué hablas entre dientes? ¿Todo bien en tu nuevo trabajo?
Lilu: - No soporto al engreído del socio del abuelo. Mamá, yo no sé si voy a ser capaz de hacerme cargo de estos negocios del abuelo.
Papichu: - Por supuesto que eres capaz. Tienes mucho talento, hija.
Leandra: - El abuelo confía en ti, Lilu.
Lulú: - Parece que tienes a todos en la mano. El abuelo te ha confiado su negocio... En cambio, en mí nadie confía... Nadie me da una oportunidad...
Lilu: - Hermana, yo no le dije al abuelo que me pusiera al frente de esto. Él me eligió a mí.
Lulú: - Sí... siempre has sido su favorita. Tú y Wen y Sus siempre habéis sido sus favoritos. Todos los caprichos para vosotros... Yo parece que no soy su nieta.
Lilu: - Lulú, eso no es así...
Papichu: - Niñas, no peléis. Las dos os habéis convertido en unas clacks de bandera y estoy seguro de que vuestro abuelo os valora a las dos por igual.
Lulú: - ¡Eso es mentira! El abuelo me desprecia continuamente.
Ben: - Aquí es... 
Duclack: - La gran pirámide...
Duclack: - ¿No hay vigilantes?
Ben: - No hay nadie las veinticuatro horas del día. A esta hora es el cambio de turno. Busquemos una entrada.
Ben: - Veamos qué sucede si apretamos aquí...
Ben: - Despejada la entrada...
Duclack: - Esto está muy oscuro. Necesitaremos algo de luz para guiarnos...
Duclack: - Así mucho mejor...
Ben: - Sígueme...
Duclack: - ¿Tienes idea de por dónde vamos?
Ben: - He estado antes en esta pirámide.
Ben: - Fíjate en esas imágenes...
Duclack: - Es impresionante. A Sebastián le encantaría este lugar... Es un apasionado del Antiguo Egipto.
Ben: - Pues yo podría enseñarle sitios muy curiosos...
Duclack: - ¿No hay salida?
Ben: - Sí... voilá...
Duclack: - ¡AHHH!
Ben: - ¡Duclack! ¿Estás bien?
Duclack: - ¡Es una sala secreta!
Ben: - Sí... Aquí es donde descansaba la momia del faraón. Un lugar preparado para no ser encontrado por curiosos ni ladrones...
Duclack: - Mira esto... Parece que alguien ha celebrado aquí hace poco una ceremonia...
Ben: - Es posible que los sethines estén usando este lugar para sus sacrificios humanos.
Duclack: - ¿Qué es ese ruido?
Ben: - ¡Alguien viene!
Ben: - ¡Deprisa!
Los dos hombres hablaban en su dialecto. Ben pudo entender algo acerca de la preparación del cuerpo que sería sacrificado esa noche en una gran ceremonia de los hermanos sethites en un lugar donde estaba todo preparado. Pero Ben no consiguió entender cuál era ese lugar.
De repente se percataron de que algo no estaba como siempre.
Uno de esos hombres señaló el sarcófago...
Abrieron el sarcófago y...
Ben y yo parecíamos sardinas enlatadas. No había tiempo para pensar. Era necesario pasar a la acción.
Rápidamente saltamos y nos abalanzamos antes de que esos clicks acabaran con nosotros.
En poco tiempo yo me deshice de uno de ellos. A Ben no le costó demasiado hacer lo mismo con el otro.
Duclack: - ¿Y ahora qué?
Ben: - Tenemos que salir de aquí rápidamente.
Accionamos la puerta secreta...
Y después de recorrer de nuevo los pasadizos de la pirámide a toda velocidad, logramos salir de allí.
Junior no vio a sus amigos al salir. Él se quedó guardando en la taquilla los libros. Todos los estudiantes habían salido disparados deseando de terminar el primer día de clase. 
 Justo iba a cerrarla cuando aparecieron Charly y dos de sus amigos.
Charly: - Si es el huesitos con pelo de moco verde... ¿qué guardas ahí?
Junior: - Nada...
Charly: - Te he visto. Has metido una calculadora. Me la has robado. Esa calculadora es mía.
Junior: - No, es la mía...
Charly: - Necesito una. Entérate desde hoy. Todo lo que me gusta es mío, así que dámela...
Don Pimpón: - Algún problema, caballero Carlos Bermejo Suárez.
Charly: - No... ninguno...
Charly: - Sólo hablaba con mi amigo, Junior. ¿Verdad, Junior?
Junior: - Sí... sólo hablábamos...
Don Pimpón: - Será mejor que salgan si no quieren perder el autobús.
Don Pimpón: - No olvides estudiar para el examen de mañana, Junior. Confío en tu talento matemático...
Junior: - Sí, don Evelino.

Charly: - Maldito don Pimpón...
Xavi: - Te has quedado sin calculadora nueva.
Paul: - Jijijiji
Charly: - Ya pillaré a ese y se la quitaré.
 Willy: - ¡Junior! ¡Te estaba buscando!
Willy: - ¿Estás bien?
Junior: - Sí...
Willy: - Corre o perderemos el autobús.
Willy: - Manolete, Renzo y Jorgito han quedado este tarde para jugar a un billar. Yo no voy a salir. Me quedaré estudiando mates para el examen. Si quieres, puedes venir a mi casa y estudiamos juntos.
Junior: - Vale...
Willy: - De paso te enseñaré el nuevo juego que me compré de Cutreman. A ver si eres capaz de pasarte la pantalla once. Es supercomplicado...
Hafida: - ¿Entonces qué haréis? ¿No tenéis ni idea de dónde se va a celebrar esa ceremonia? 
Ben: - No... Me fue imposible entenderlos.
Duclack: - Estoy segura de que tienen a Sebastián y él es ese click al que pretenden sacrificar.
Duclack: - Pero dónde...
Hafida: - ¡Oh! ¡Por todos los dioses! ¡Cómo no me he dado cuenta antes!
Hafida: - En la puerta de la pirámide azul desde hace unos días hay un perro negro que no se va de allí. ¡Es él!
Duclack: - ¿Él?
Hafida: - ¡No lo entendéis! ¡Es el perro con el que viajaba Sebastián! ¡Aquel con el que lo vi el día que lo conocí! Estoy segura de que Sebastián está ahí dentro. Por eso el perro no se aleja de la puerta.
Ben: - Pero si está en ese lugar nos va a ser imposible entrar. Esa pirámide es la más vigilada de toda la ciudad.
Hafida: - ¡Yo sé cómo entrar sin ser vistos!
CONTINUARÁ

1 comentario:

  1. Estaba deseando leer otro capítulo, esta historia me tiene muy enganchado. Hay varias cosas que resaltar ,a ver si no me olvido ninguna. El museo es precioso, con todas esas reliquias, esos mostradores que son ideales para exhibir las piezas y la biblioteca, con tantos libros. Además, la ambientación no podría estar más conseguida, me encanta. Hace unos días que conseguí a Elena en un mercadillo de segunda mano, me gusta esa clack, aunque con el sombrero blanco.

    Los sethies son muy peligrosos, una secta en toda regla. Pobre Sebastián. Quiso conseguir información de primera mano y terminó siendo secuestrado por ellos. Ben no es tono y averigua lo que le ocurre a Duclack. Sabía que algo pasaba, que no era normal que Duclack se preocupase tanto por un mayordomo, y que tan indispuesta...Duclack se confiesa, y yo creo que es mejor, así Ben pondrá todavía más empeño en ayudarla. Me he reído cuando se han metido en el sarcófago, como sardinas enlatadas jajaja. Al menos ya se van acercando cada vez más al paradero de Sebastián. Al final, Carbón tiene un papel mucho más importante de lo que imaginaba y puede que gracias a él, averigüen dónde está.

    Charly le hace bulling a Junior...pobrecito. Es el típico matón chuleta, que se mete con el que es diferente. Don Pimpón y Willy se preocupan, pero Junior no quiere hablar de ello...está atemorizado. Ains, estas cosas me afectan mucho, a ver por dónde salen los tiros...

    Patty me gusta mucho, y además, tiene un aire a ti. Hasta podría ser un avatar que te representase, es chulísima y además, su profesión y especialidad tienen mucho que ver contigo. Seguro que será una profesora genial, de esas que cuando termina el curso, echábamos de menos y recuerdas para siempre.

    Me ha sorprendido mucho Lulú, con lo del abuelo. Es que tiene todo el sentido del mundo, que se puede sentir marginada, la menos querida. Ernesto no ha confiado por el momento en ella para nada y esto ha desatado sus celos. Espero que esto no traiga problemas entre hermanas. A ver si Ernesto se percata de esto, o si tiene preparado algo para ella y no lo sabemos.

    Me lo he pasado pipa. ¡Estoy deseando leer la continuación!

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