sábado, 28 de marzo de 2020

Un ramo de flores

Una llamada de Olga a Irene interrumpió la tarde de compras con don Pimpón. Olga había olvidado las llaves del piso, justo en el momento que su cita y ella habían llegado al punto de un deseo irrefrenable por intimar. Ante la urgencia, su compañera Irene tuvo que acercarse hasta el piso para abrirles la puerta, dejando a don Pimpón al cargo de comprar el ramo de flores para Rosarillo.
Don Pimpón no se sentía muy seguro con la tarea. A sus cuarenta y siete años nunca había comprado flores para ninguna clack. Por un momento se arrepintió de haber tenido la idea del ramo de flores para su compañera próximamente jubilada. Siempre había rehuido de todas las actividades sociales del trabajo pero esta vez era diferente. No había sabido decir que no ante la sonrisa de Irene. Caminaba despacio para hacer tiempo y darle tiempo a su amor platónico a regresar. Guardaba la esperanza de que finalmente Irene pudiera ayudarle con esta difícil labor. No consiguió estirar mucho más el camino y llegó a  la floristería.
Entró y esperó sudoroso su turno mientras hacía un primer reconocimiento visual de todas las flores. Casi se mareó al comprobar el sinfín de tipos diferentes y de colores que había. En ese momento pensó que debió estudiar más aquel tema sobre flores que tan aburrido le pareció cuando por primera y última vez se presentó por la especialidad de biología a la oposición de secundaria y que la fatalidad quiso, que justo ese tema le cayera en mala suerte ese día. Decidió entonces centrarse en las matemáticas, que habían sido siempre más seguras, exactas y menos traicioneras que cualquier voluble ser vivo.
Renzo: - Es una estupenda idea. Le compras flores y caerá rendida. No hay clack que no se resista a esos detalles. A Kim le encantan.
Manolete: - No sé...
Willy: - Yo tengo mis dudas. Esa clack es mayor que tú y no parece muy formal...
Jorgito: - Willy tiene razón. Quizás sea ir demasiado rápido. Al fin y al cabo tampoco hace tanto que la conoces y gastarse pasta en un a tía...
Renzo: - ¿Y lo dicen los dos que no tienen novia? Hazme caso a mí . ¿Tú quieres que sea tu novia o no?
Manolete:  - Sí... Me gustaría que tuviéramos una relación más tradicional, como tú con Kim.
Renzo: - Pues sigue mis consejos... Las flores son el lenguaje del amor...
Jorgito: - ¡Oh, qué poético y vomitivo te ha quedado eso!
Renzo: - ¡Vamos! ¡Pasa!
Jorgito: - Por intentarlo tampoco pierdes nada... Tú eres rico.... ¡Tira para adentro, anda!
Manolete: - ¡Sin empujar!
Narciso: - ¿Te gustan estas?
Urania: - Son perfectas. A Selene le encantarán.
Narciso: - Estas flores levantan el ánimo de cualquiera. Espero que se mejore.
Urania: - Pocos conocen el poder real de las flores. Si más clicks lo conocieran y llenaran sus casas de flores, habría clicks más felices y menos preocupados y estresados.
Urania: - ¿Qué te debo?
Narciso: - Son diecinueve cleuros. Te buscaré una caja, para que las lleves mejor.
Renzo: - ¡Ey, chicos! Mirad... ¿No es ese don Pimpón?
Don Pimpón: - (¡Maldición esos son alumnos míos! ¿Me han visto? Si salgo ahora, me verán... Me haré el despistado y a ver si los atiende a ellos primero. Tal vez aún pueda salir de la tienda disimuladamente...).
Urania: - ¡Hasta otro día! ¡Cuídate, Narciso!
Narciso: - ¡Hasta luego! Hola, ya estoy con vosotros. ¿Qué queréis, muchachos?
Willy: - Estaba él primero. ¡Hola profe!
Don Pimpón: - Hola...
Manolete: - ¡Pero si es don Pimp...! Digo... don Evelino, jeje.
Renzo: - ¡Hola, don Evelino!
Jorgito: - ¡Hola!
Willy: - ¿Profe, es muy difícil el examen de mañana?
Renzo: - No lo pongas muy difícil, ¿eh?...
Manolete: - ¿Entran las raíces cuadradas?
Jorgito: - ¿Pero no era de los polinomios? ¿Por qué no lo cambiamos para el jueves?
Narciso: - Dejad tranquilo a vuestro profesor, que no estamos en el instituto. Señor, ¿qué desea?
Don Pimpón: - Yo... Quería un ramo de flores...
Narciso: - ¿Algunas flores en especial?
Don Pimpón: - No, deme unas bonitas... las que usted me recomiende y vea mejor.
Narciso: - Si no me da más pistas, no sé cuáles recomendarles. ¿Son para un regalo? ¿Para una clack o para algún evento?
Don Pimpón: - Para una clack...
Manolete:  - ¿Don Pimpón comprando flores?
Jorgito: - ¡Y para una clack!
Renzo: - ¿Para quién serán?
Jorgito: - ¿Estará enamorado?
Willy: - Es muy extraño...
Don Pimpón: - Puede quedarse con las vueltas.
Manolete: - ¿Quién será la clack que aguante a don Pimpón?
Willy: - Hmm...
Renzo: - Pues a ver si le cambia un poco el amargo carácter.
Jorgito: - Sí, y que nos ponga aprobado general a todos.
Irene: - ¡Evelino! ¡Ay, qué bien ya tienes las flores! Siento haber tardado tanto. Olga me pidió un favor más y tuve que pasar por la farmacia antes de ir al piso... Por el camino me he encontrado a Joserra. 
Joserra: - Hola, Evelio. Ya me ha contado Irene que habéis comprado una tarjeta antes. Siento no haber podido llegar antes. Mi mujer salió y me tuve que quedar con los niños en casa. ¿Has comprado esas flores para Rosarillo? Hmm, esas flores... Escuché una vez a Rosarillo hablar de sus flores preferidas. Son los tulipanes. Además es alérgica y este tipo de flores que has comprado son horribles para las personas alérgicas... 
Irene: - ¡Oh! ¿En serio? ¡Qué pena! ¡Quizás nos las cambien si vamos ahora! Las podemos cambiar por los tulipanes...
Don Pimpón: - Yo... paso de ir otra vez...
Irene: - Iré yo...
Manolete: - ¡Quiero una docena de rosas rojas!
Narciso: - Muy bien. Son a 3 cleuros la rosa.
Manolete: - ¿Cada una? Sólo tengo dos cleuros...
Manolete: - ¿Tenéis dinero para prestarme?
Willy: - Yo no he traído la cartera.
Jorgito: - Yo no tengo nada.
Renzo: - Lo único que tengo es para invitar a Kim esta noche.
Manolete: - ¡Tío, dejámelo!
Renzo: - ¡Ni hablar! La última vez que te presté. No me lo devolviste.
Willy: - Mira, tenía un cleuro en el bolsillo.
Manolete: - ¡Gracias, tú sí que eres un amigo!
Narciso: - ¿Os decidís? No tengo todo el día, chicos.
Manolete: - Sí, deme una rosa...
Narciso: - Aquí tienes. Son tres cleuros.
Manolete: - Tome...
Jorgito: - ¡Profe!...
Irene: - Hola, chicos...
Willy: - ¡Hola tutora!
Manolete y Renzo: - ¡Hola!
Willy: - ¿Esas son las flores de don Pimpón?
Manolete: - ¿Serían para ella?
Willy: - Eso parece...
Narciso: - Buenas tardes, señorita. ¿En qué puedo ayudarla?
Irene: - Mire, quería cambiar estas flores...
Manolete: - Y no le han gustado, parece... ¡Las va a cambiar! ¡Qué fuerte! Espero que a mí no me pase lo mismo...
Willy: - ¡Ya dije que es mejor estar soltero, no hay quién entienda a las clacks!
Narciso: - Media docena de tulipanes de diferentes colores...
Irene: - ¡Gracias! ¡Son preciosos!
Narciso: - ¡No hacen sombra a su belleza! Me llamo Narciso. Un placer...
Irene: - Irene...
Narciso: - Hermoso nombre...
Irene: - ¡Ya está! Me los ha cambiado sin problema. Es muy simpático el florista. Hasta me ha dado su teléfono por si alguna vez quiero encargar flores...
Joserra: - ¡Qué suerte tiene Rosarillo con la jubilación! Ahora a vivir la vida. Seguirá ayudando a su hermano con la librería pero tú me dirás, se quita de presiones de la administración y dolores de cabeza. ¿Por cierto, habéis visto en qué cae el próximo puente?
Don Pimpón: - Hasta el mes que viene no tenemos nada.
Irene: - (Esa mirada...¡Qué guapo era!)
Don Pimpón: - ¿Por qué está tan rara Irene? ¿Y ese qué mira?
Esa misma tarde...
Diamante: - ¡Qué buena idea hacer tortitas! Gracias por invitarnos a merendar.
Sebastián: - Bueno, en realidad, la idea fue más bien de Duclack que tenía antojo y a Sus le entró también al comentárselo. Con el nuevo robot de cocina que hemos comprado, ya has visto que se amasa en un momento.
Diamante: - Sí... Voy a tener que comprar uno igual...  Me encantan las tortitas...
Suselle: - Papá, a ti te encanta todo lo dulce... Bueno, y lo salado...
Pradito: - Le encanta comer... Por eso tiene barriguita...
Sebastián: - Esto con un buen entrenamiento después se bajan las calorías... No hay que privarse de mimar al cuerpo de vez en cuando...
Sebastián: - ¿Le ponemos más mermelada de fresa al de Sus? ¿O bolitas de colores?
Diamante: - Ponle de todo bien... Está de un goloso...
Diamante: - Espero que os gusten, preciosas damas... Y felicitéis a los chefs...
Sus: - Tienen una pinta deliciosa...
Pradito: - Este es para ti, mamá.
Duclack: - Gracias, cariño.
Sus: - Ains... como me cuesta moverme con este peso... ¿Me pasas la cucharilla, Suselle?
Suselle: - ¡Sí, mamá!
Suselle: - Mmm... esto es un pecado... ¡Qué delicioso placer para todos los sentidos!...
Duclack: - ¡Mmm! ¡Me podría comer diez como esta!
Diamante: - Voy a sentir celos de las tortitas como sigas zampándotelas así...
Pradito: - ¡Yo le he echado la nata!
Suselle: - Creo que Tinger también quiere...
Sebastián: - ¿Te gustan?
Duclack: - Muchísimo... Gracias, amor mío.
Sebastián: - Ya sabes que estoy para satisfacer todos tus deseos.
Diamante: - ¿Quieres?
Tinger: - ########### (= ¡Eso ni se pregunta, tío!)
Esa misma noche...
Don Pimpón: - Necesito mi infusión y algo de queso para cenar... ¡Qué día más extraño! Espero no tener que comprar flores nunca más... 
Don Pimpón: - Ains... Irene... ¿Qué estará haciendo ahora? ¿Se acordará de mí?... Ha sido un especial con ella...
Sebastián: - ¿Te gusta entonces aquí?
Duclack: - Un poco más a la izquierda tal vez...
Sebastián: - ¿Así?
Duclack: - Sí, así.
Sebastián: - Nos hacía falta aquí. La de la cocina ya se nos ha quedado pequeña. Aquí está más a mano del bar, además de venirle bien también a Rita para cuando se queda y cena aquí..
Duclack: - Sí... Y también para cuando ella no está y tenemos nuestro momento de medianoche en el desván...
Sebastián: - Me encanta ese momento... Nuestra infusión, nuestra charla... nuestros besos...
Sebastián: - Confiesa... Yo te enamoré en este desván...
Duclack: - Este desván influyó mucho pero tú me enamoraste mucho antes con cada palabra y detalle desde el primer día que cruzaste la puerta de esta casa...
Sebastián: - Pues espero seguir haciéndolo cada día y cada noche en todos los momentos que nos quedan por vivir...
Duclack: - Pues empecemos centrándonos en este momento y en esta noche...
Sebastián: - Mmm... buena idea... Estás tan bella...
Duclack: - Ven aquí...
CONTINUARÁ

1 comentario:

  1. Tenía muchas ganas de leer esta continuación (esto de la floristería me llamaba mucho la atención). Don Pimpón cada día me gusta más. No puedo evitar reírme con su particular forma de ver la vida. El pobre se siente muy perdido (y arrepentido) a la hora de ir a comprar las flores. El momento que descubre que sus alumnos están en la tienda y quiere sin éxito pasar desapercibido es muy divertido. Sin quererlo, es el centro de atención, todos los chicos hablándole de exámenes y cotilleando jajajaja. También me he reído con la frase "A sus cuarenta y siete años nunca había comprado flores para ninguna clack" jajaja, es que le pega esa edad y ser inexperto en el amor. Al menos Narciso le echa una mano con eso. Me da la sensación de que Irene no piensa que le pueda gustar en lo más mínimo a Evelino. Cuando Narciso le ha dado el número, se ha puesto contenta, pues es un chico muy guapo y la verdad, como ya hablamos en su momento, pegan mucho como pareja. Don Pimpón tendrá que espabilar, está muuuy verde jajaja. El pobre, solo en casa, pensando en ella. Cuando Urania compra las flores a Selene, he pensado en el coronavirus. No creo que lo escribieses pensando en eso, pero cuando lo he leído es lo primero que me ha venido a la cabeza. Los niños en su mundo, me encantan las conversaciones que tienen entre ellos (es que hoy en día son tal cual). Me he reído con la la frase " ¡Oh, qué poético y vomitivo te ha quedado eso!" jajajaja. Renzo es mucho más romántico que los demás, es una pena que Kim sea como es, tan supericial (aunque lo quiere mucho más de lo que ella podría admitir). Date cuenta, con el dinero que tiene Manolete y anda pidiendo a los amigos dinero jajaja. Falta saber si a la chica le gusta la rosa y si no le parece cursi. Me gusta mucho la parte en la casa de Duclack. Todos comiendo tortitas (Sus quiere todos los ingredientes dulces posibles jajaja), se han puesto las botas (incluso Tinger jajaja). Esas fotos son ahora todavía más entrañables, todos juntos, al lado de la chimenea, compartiendo un momento tan bonito...es como una despedida a la normalidad, a esos momentos que tardarán en volver. Sabiendo lo que ocurrirá después, te llegan más al corazón.Luego el momento romántico de Duclack y Sebastián, en el desván. Es su lugar preferido en la casa, y es verdad que esa nevera queda perfecta ahí. Por cierto, hay unos muebles nuevos en rosa que los tienes que conseguir para la casa. Las fotos son preciosas y esos postres, con la nata, las fresas...son una pasada. Diamante tiene ya su barriguita jajaja, le pega tenerla. ¡¡Yo quiero tener ese robot de cocina!! Me encanta. No sé por dónde saldrán los tiros, pero está muy divertido. ¡¡¡Estoy deseando leer más!!!

    ResponderEliminar