domingo, 22 de noviembre de 2020

Una más en la pandilla

 Ariadna iba de una mesa a otra. Le avalaba la experiencia del bar-restaurante de la gasolinera de su pueblo, por eso no le costó encontrar el trabajo nada más llegar a la ciudad. Bastó un par de preguntas, para que Luigi viera en ella el espabilo necesario con el que sacar adelante todas las mesas en una noche concurrida. 

Una clack llamada Sabrina había entregado también su curriculum y a punto estuvo de contratarla pero la dulzura de Ariadna y su juventud decantaron la balanza por ella. 

Era su primer día y no quería meter la pata. Su jefe no le quitaba ojo.

Luigi: - Otra mesa allí, Ariadna. Dales esta mesa.
Ariadna: - ¡Sí, ya voy!
Narciso: - ¡Una mesa para dos, por favor!
Ariadna: - Síganme.
Narciso: - ¡Wow!
Ariadna: - ¿Esta les parece bien?
Irene: - Sí, es perfecta. 
Narciso: - Permíteme, señorita. Puede sentarse...
Irene: - ¡Oh, muy amable! ¡Gracias! Eres todo un caballero.
Ariadna: - ¿Les pongo algo para beber?
Ariadna: - El menú lo tienen ahí. Si se pueden dar la vuelta... Por tema del clickvirus no tenemos carta.
Irene: - Yo quiero pizza hawaiana o la mediterránea.
 Narciso: -  Yo prefiero una con extra de carne, bacon y queso.
Luigi: - En la barra están esperando y aquella señora ha pedido agua para el niño. Corre...
Ariadna: - ¡Sí! ¡Ahora mismo!
Cliente: - ¡Una pizza familiar serranita y una cerveza bien fresquita! ¡Rápido, guapa!
Le gustaba el aspecto extraño de muchos de esos clicks de ciudad. 
Aparentemente seguros de sí mismos y sin complejos ni temor al qué dirán, como en el pueblo.
Su jefe era exigente pero no parecía malo. No le costó mucho ganárselo. Había sido una suerte encontrar ese trabajo.
Le relajaba preparar pizzas.
Dar placer a sus clientes en tan pocos minutos con su preparación le entusiasmaba.
Ariadna: - ¡Lista para el horno!
Ariadna también tenía buena manos con los dulces. Su tía abuela Venancia le enseñó todos los secretos familiares de la repostería. 
Ariadna: - Creo que va a faltar tarta de chocolate. Prepararé otra.
Cliente: - ¡Mi cerveza! ¡Me la vais a traer de una vez! ¡Ey, guapita!
Luigi: - Caballero, un poco de paciencia, por favor. Yo se la sirvo.
Luigi: - Voy a sacar otra pizza. ¡Una bandeja, Ariadna!
Narciso: - ¿Estás cómoda entonces?
Irene: - Nunca había venido a este lugar. La pizza es realmente deliciosa.
Narciso: - No lleva mucho tiempo abierto. A mí me gusta mucho más que la de la La mia mamma, que es mucho más cara y por supuesto muchísimo más que la basura de la pizzería esa de pinypon.
Irene: - Olga y yo solemos pedir por teléfono a la de pinypon. Está muy bien de precio y no está mal. A veces se viene Evelino, otro compañero de trabajo.
Narciso: - No tienen buen gusto tus amigos. En ese lugar ni ves cómo las hacen. Utilizan masas congeladas y a saber cuántos productos más ultraprocesados.... A mí la comida de pinypon me da mucho asco. Como ellos...
Irene: - ¿No te caen bien los pinypon?
Narciso: - Vienen a quitarnos el poco trabajo. Traen flores de especies que cultivan ellos con semillas que salen mucho más baratas en sus tierras. Son muy coloridas y llamativas y a unos precios que nos hunden a los floristeros de aquí de toda la vida. Pero hablemos mejor de otras cosas. Ese tema me indigna y esta noche es para disfrutar los dos. Háblame más de ti. Estás muy guapa. Tenía tantas ganas de cenar contigo. Ha sido una pesadilla el confinamiento.
Señora: - ¿Nos puedes traer servilletas, por favor?
Cliente: - El Mangaclick del año que viene va a estar mucho más guapo... 
Algunos clientes no eran muy amables pero Ariadna estaba acostumbrada a lidiar con todo tipo de clicks y no se amedrentaba por más maleducados y toscos que fueran.
Cliente:
- ¿Me cobras la pizza y la cerveza de una vez, guapita? Como te muevas así en todos los sitios... Peor que la última pinypona que me tiré.
Ariadna: - Ya voy, donjuán..
Por suerte otros compensaban con su amabilidad y le dejaban buenas propinas. A veces por su simpatía y buena atención y otras veces, porque quedaban encandilado con su belleza.
Narciso: - Cóbrame.
Irene: - Déjame que pague yo o a medias, Narciso...
Narciso: - ¡De eso nada! ¡He dicho que te invito yo!
Irene: - Toma...
Narciso: - ¡Cheee! ¡No se lo cojas!
Ariadna: - ¿Qué hago, señor?
Narciso: - Cóbrate y quédate con la propina (Guiño de ojo).
Ariadna: - Muchas gracias, señor.  
En la casa de Sebastián y Duclack se había hecho su hueco. 
Le entusiasmaba la inmensa biblioteca de Duclack.
Y la gran cantidad de objetos curiosos venidos de los rincones más exóticos del mundo, que la capitana poseía. 
Ariadna: - Siempre soñé en viajar a Egipto con Sebastián. Cuando era niña, Sebastián me contaba cuentos que inventaba sobre Egipto yresulta que estuvo con ella. Allí se prometieron, según me contó Pradito... Esa clack me ha robado todo.
Ariadna: - Impresionante colección de libros... Deben costar una fortuna.
Podía pasar horas extasiada en aquella sala.
Sebastián la sorprendió observando la biblioteca. Conocía el gusto por los libros de su prima. Era la primera fan lectora de los libros que este escribía. Le dio vía libre para coger y leer lo que les gustaran.
No fue tan permisiva Duclack, que estaba especialmente sensible con el embarazo y la clack le ponía nerviosa fisgoneando por todos los rincones de la casa. 
Duclack: - ¡Pero qué haces aquí!
Ariadna: - Leyendo.
Duclack: - ¡Ese libro es mío!
Ariadna: - Tranqui, no te los voy estropear. Sebastián me dio permiso para coger aquello que quisiera.

Había algo en esa clack que conseguía sacarla de quicio. Ese tonito de superioridad con el que le hablaba siendo casi una cría y sobre todo cómo miraba a Sebastián y aprovechaba cualquier ocasión para dejarla mal delante de él. Estaba empezando a cogerle una terrible manía y era hora de buscar soluciones.
Renzo: - Entonces... si he entendido bien, ¿me vas a pagar por salir con una chica? Pero yo tengo novia. No puedo hacer eso, madrina. Kim es la clack más celosa del playmundo.
Duclack: - No te estoy pidiendo que la seduzcas... Solamente te pido que la introduzcas en tu pandilla... y que vayas con ella al cine, al Burguer Click... esas cosas que hacéis los jóvenes... Te pagaré bien. Además es muy guapa. Tus amigos estarán encantado de salir con ella.
Renzo: - Algo de todo esto no me cuadra, madrina.
Duclack: - ¿Tanto te cuesta sacarla de mi casa durante unas horas?
Renzo: - ¿Eh?
Duclack: - Es sólo una obra de caridad, Renzo. Esa clack no conoce a nadie aquí. No tiene amigos y necesita distraerse. ¿Veinte cleuros por un par de horas esta tarde?
Renzo: - ¡Que sean treinta! El cine está bastante caro y si quieres que la invite... 
Duclack: - Está bien, treinta cleuros.
Renzo: - (Tenía que haber pedido cuarenta).
Carmelo: - (¿Qué tramarán estos?)
Sebastián: - ¿Hacemos algún plan en familia esta tarde? Había pensado en preparar un bizcocho y ver una película los cuatro.
Duclack: - Creo que Ariadna tiene sus propios planes. Renzo ha venido para invitarla a salir. ¿No es estupendo? 
Renzo: - ¿Entonces vienes conmigo y mis amigos al cine?
Ariadna: - Hmm... vale.
Sebastián: - Genial, chicos. Renzo te podrá enseñar toda la ciudad y los lugares de ocio de los jóvenes. 
Ariadna: - He aceptado, por no hacerte el feo delante de mi primo pero que sepas que no necesito a nadie que me saque y que no eres mi tipo. Ese estilo agitanado me parece bastante cutre.
Renzo: - Para tu información tengo novia y tú tampoco eres de mi estilo. Me gustan las rubias.
Renzo: - Ahí están mis colegas... 
Ariadna: - ¡Esos críos! ¿Os pasáis la tarde tomando chuches y cambiando cromos?
Manolete: - ¿Quién es el pibón que viene con Renzo?
Jorgito: - Debe ser la prima de la que nos habló... Pero no nos dijo que era tan guapa.
Kim: - Pues a mí me parece muy del montón...
Junior: - Esa chica es del mismo pueblo que tú.
Emma: - Sí, pero yo no la conozco. Ya sabes que mi abuela apenas me dejaba salir allí...
Renzo: - Hola, chicos, esta es Ariadna. La prima de Sebastián, el novio de mi madrina.
Todos: - ¡Hola!
Ariadna: - Hola, chicos. ¿Tú debes ser Kim? Te imaginaba... diferente.
Manolete: - Yo soy Manolete.
Jorgito: - ¡Y yo Jorge!
Renzo: - El del pelo verde es Junior. Y a su lado están Emma y Willy.
Manolete: - ¿Quieres sentarte?
Jorgito: - Siéntate aquí mejor.
Ariadna: - Gracias.
Ariadna: - Sois muy amables.
Manolete: - ¿Trabajas en la pizzería nueva? 
Jorgito: - A mí me encanta la pizza. Un día podemos ir a comer allí todos. 
Manolete: - No creo que le apetezca ir a dónde trabaja en su tiempo libre. Yo te invito a mi finca. Podemos celebrar una capea...
Jorgito: - Pues yo no creo que a una chica tan delicada como ella, le guste el campo y los toros. ¿No conoces nada de aquí? No te preocupes. Yo te puedo llevar a los sitios más divertidos de la ciudad. ¿Te gusta el skate?
Kim: - Alucino...
Willy: - Chicos, nos movemos. 
Renzo: - Podemos ir al Playmo´s Diner como dijimos el otro día, así cenamos algo antes del cine.
Ariadna: - Por mí vale. 
Renzo: - ¿Te apetece cenar algo? Hoy tengo pasta. Yo te invito.
Kim: - ¡Qué raro!
Willy: - ¿Qué tal, Renzo?
Willy: - Parece que tu prima ha causado furor entre los chicos.
Renzo: - Estos dos con cualquier clack se vuelven locos. Ya sabes lo salidos que están.
Jorgito: - ¿Te sentarás a mi lado en el cine? La peli es de terror si te da mucho miedo, puedes darme la mano.
Manolete: - Siéntate conmigo. Te compraré palomitas.
Kim: - ¿Has visto qué aires se da la primita? Y todos babeando detrás de ella. ¿Tú la ves tan guapa? ¿Es más guapa que yo?
Junior: - No es fea... 
Emma: - Pero tú eres mucho más guapa, Kim.
Kim: - Mírala, cómo se arrima a todos...
Manolete: - ¡Yo se lo dije antes! No seas mal amigo y apártate. Yo la vi primero.
Jorgito: - Pero si tú estabas saliendo con la universitaria, la hija de Robador.
Manolete: - Sólo era un rollete. No estamos saliendo... ¿Y a ti no te gustaba mi hermana?
Jorgito: - Sabes que yo a tu hermana la respeto. 
Kim: - Hasta Willy con lo modosito que es, míralo con ella. Esta te lo quita. ¿Tú la conocías del pueblo?
Emma: - No... Pero no me da buena espina. Tal vez mi amiga Flavia la conozca. Cuando hable con ella, le preguntaré.
Ariadna: - ¿Eres nieto de Ernesto Pérez? Mi tía-abuela adoraba a tu padre. Coleccionaba todas las revistas en las que salía él de joven. Era guapísimo... ¿Oye, y dieces que te gusta leer? A mí también me encanta.
Jorgito: - Dejemos que sea ella la que elija con quién se quiere sentar... Y el primero que la bese se la queda. El otro se retirará deportivamente.
Manolete: - ¡Trato hecho!
Renzo:- Aquí es. Es un bar rollo años 50-60-. Te va a encantar.
Emma: - Yo no quiero tomar nada. Ya he cenado en casa de mi abuela.
Junior: - Yo tampoco quiero nada.
Willly: - ¿Nos vamos a dar una vuelta mientras ellos cenan?
Camarera: - Bienvenidos a Playmo´s. ¿Qué os pongo, chicos?
Emma:- Vale, vámonos.
Junior: - Sí.
Manolete: - Yo quiero una hamburguesa de la casa.
Camarera: - Chicos, los que ya habéis pedido, sentaos allí y ahora venís a por ello, yo os llamo.
Jorgito: - ¿Te apetece algo para compartir, Ari? 
Renzo: - Ahora te traigo la bebida.
Kim: - (Ni Manolete me mira)
Jorgito: - ¿Queréis?
Ariadna: - No, gracias.
Camarera: - ¡Los baños están al fondo!
Ariadna: - Y entonces reté a todos los chicos del pueblo a levantar la saca de cien quintales. Y ninguno pudo con ella. Todos se fueron avergonzados al ver que una chica los había vencido. A mí no me da miedo nada ni nadie. Una noche me colé en el cementerio del pueblo y pasé allí toda la noche sola...
Jorgito:  -¿Y qué hiciste allí?
Ariadna: - Beber, leer un libro de terror con la luz de una linterna y dormir.
Renzo: - Eres increíble...
Jorgito: - Con lo delgadita que estás y estás toda fuerte... ¿Vas al gimnasio?
Ariadna: - En el pueblo no hay gimnasio. Entrenaba con los sacos de cebada y de candeal...
Manolete: - Estás seria. 
Kim: - ¿Yo? ¡Qué va! Me aburren las historias de pueblo...
Jorgito: - ¿Me puedes dar el ketchup y más servilletas?
Camarera: - Claro.. ¿Se han acabado allí? Ahora los relleno.
Ariadna: - Aquí tienes.
Ariadna: - ¿Y aquí dónde hacéis botellón? 
Jorgito: - Detrás del parque se hace.
Ariadna: - ¿Vais vosotros?
Renzo: - Alguna vez. 
Jorge: - Yo propuse celebrar mi cumpleaños allí. Pero estos no quisieron...
Kim: - Es que Emma, Junior y Willy no son de beber alcohol. Pero a mí la piña con malibú me encanta. La probé por primera vez en aquella fiesta de Nochevieja, en el restuarante de Renzo, al lado del mar...
Renzo: - A mí me gusta el ron.
Ariadna: - A mí también. Me encanta el ponche con batido. En el pueblo todos los sábados hacíamos botellón. 
Manolete: - En la finca de mi padre tenemos un mueblebar lleno de botellas que valen un pastón. Una vez cogí una y nos la bebimos Jorgito y yo en mi cuarto. ¿Te acuerdas?
Jorgito: - Sí, jajajaja. Junior se fue y no quiso beber. Y luego casi nos pilla tu hermana.
Manolete: - La rellené después de agua y nadie se dio cuenta.
Ariadna: - ¿El restaurante de tu padre está al lado de la playa?
Renzo: - Sí, enfrente. Y mi padre hace las mejores paellas de marisco. 
Ariadna: - Me encantaría ir al mar... Sólo fui una vez a la playa, cuando era pequeñita.
Renzo: - Si te gusta el mar, tienes que pasear por el puerto. Uno de los encantos de esta ciudad es el muelle. Y si te atreves, un día le pido el bote a mi padre y damos una vuelta... 
Ariadna: - ¿Crees que no me atrevo a algo?
Willy:  - ¿Habéis terminado ya? 
Kim: - Sí, ya hemos terminado. 
Willy: - ¡Pues venga! Junior se ha quedado haciendo cola en la taquilla. No veáis la gente que hay.
Jorgito: - ¿Y Emma?
Willy: - Emma se ha ido. Su abuela la ha llamado y no la ha dejado quedarse a esa sesión. Dice que íbamos a salir demasiado tarde.
Ariadna: - Yo me tomaría un helado ahora...
Jorgito: - ¡Yo te lo compro!
Jorgito: - ¿Me das un helado?
Renzo: - ¡No recojáis! ¡Para qué!...
Renzo: - Estás irreconocible, Jorgito. Tú invitando a algo...
Jorgito: - Calla... Ahora tengo dinero. 
Renzo: - Sí, olvidaba que paseas a los perros de todo el vecindario.
Fuera un grupo de chicas y chicos ataviados con ropas estilo años 50-60 se habían reunido después de hacer una performance en la plaza.
Aquellos clicks y clacks atraían todas las miradas de los viandantes.
Clack: - ¿Tomamos algo o qué?
Decidieron entrar al Playmo´s.
La pandilla se los encontró de frente cuando salían.
Ariadna: - Me encantan esas faldas. En el pueblo hay fiestas de country rock e incluso tenemos una banda. Mi primo Sebastián y sus amigos no se perdían ninguna de esas fiestas. 
Willy: - No conocía esa faceta de Sebastián.
Manolete: - En mi finca podríamos hacer una de esas fiestas.
Kim: - (Menuda paleta... No la soporto).
Jorgito: - Oye, Renzo, ¿crees que tengo posibilidades con tu prima?
Renzo: - Pues no sé... Eso deberás preguntárselo a ella. 
Camarera: - Hola, bienvenidos a Playmo´s Diner.
Jorgito: - ¿Y estos de dónde han salido?
Cliente: - Chicas, tomad asiento.
Renzo: - ¿No me das la mano?
Kim: - No.
Renzo: - Oye, si no te importa, a la vuelta del cine, dejamos primero a Ariadna en su casa, que me ha dicho Sebastián que no la deje sola, por si se pierde.
Kim: - ¡Esto es el colmo! ¡Pobrecita, pueblerina! ¡Se va a perder! ¡Sabes que mi madre no me deja llegar más tarde de las once! ¿Y vamos a llegar tarde por acompañar a esa?
Renzo: - Será solo un momento. Willy te puede acompañar si no hasta la esquina...
Kim:  - ¡Basta ya, Renzo! ¡Mentiras a tu padre pero a mí no!
Renzo: - ¿Pero qué mentiras? ¿Qué bicho te ha picado? Estás muy rara esta tarde.
Kim: - ¿Rara? ¡Rara yo! ¡Mira, déjame en paz! 
Kim:
 - Vete al cine con tu primita, que tan bien os cae a ti y a tus amigos. A mí ya no me apetece ir.
Renzo: - Pero Kim...
Renzo: - Llevamos semanas queriendo ver esa película. ¡Cómo no vas a verla ahora! 
Kim: - Me importa un pimiento esa película. Idos todos con ella. ¡Dais asco!
Un par de horas después...
Renzo: - Tinger te ha esperado en la puerta.
Ariadna: - Nos hemos hecho buenos amigos. 
Renzo: - Para eso parece que no tienes problemas. A todos mis amigos les has caído muy bien. 
Ariadna: - A todos menos a tu novia. Menudo enfado ha pillado. Espero no tener la culpa. Y esa tal Emma tampoco es que me mirara muy bien cuando hablaba con Willy.
Renzo: - Tranquila. Cuando te conozcan mejor, les gustarás también. Emma es muy buena chica y a mi novia hay que conocerla pero también. Supongo que estaban celosas... Ya sabes... Eres una clack muy guapa...
Ariadna: - ¿En serio te parezco guapa? Pensaba que preferías las rubias.
Renzo: - ¡Y las prefiero! Bueno, no. ¡Ay, no sé!... Quiero decir que a mí lo que me importa es el interior. Y tú me has parecido una clack muy molona, como amiga, ¿eh?
Ariadna: - Tú tampoco eres tan cutre y pardillo como parecías. En el fondo eres el tipo de click en el que me suelo fijar. Tus amigos me parecen interesantes pero son mucho más niños... Sin embargo, tú... eres más decidido... más click... Desgraciadamente al final siempre sale mal. ¡Podemos ser amigos!,¿no? (guiñándole el ojo).
Renzo: - ¡Cla-claro!
Ariadna: - Hasta pronto, Renzo...
Renzo: - Has-hasta prontoo...
Sebastián: - ¿Qué tal lo has pasado con Renzo? ¿Se han portado bien contigo él y sus amigos?
Ariadna: - No ha estado mal. Pero son un poco niños todos.
Sebastián: - Jajajaja. Dicen que los clicks tardamos más en madurar.
Ariadna: - Por eso cuando tenga novio, será un click mayor que yo...
Duclack: - Toma, te lo has ganado...
Duclack: - ¿Habéis quedado para otro día?
Renzo: - Primero tendré que arreglarme con mi novia, que menudo enfado se ha pillado...
Duclack: - Se le pasará. Esa novia tuya es un poquito caprichosa, reconócelo. No le vendrá mal un poco de competencia y que aprenda a apreciarte más.
                                                                    CONTINUARÁ



2 comentarios:

  1. Y en estos dos últimos capítulos llegó la temida bomba, la revolución...¡Ariadna! Viene decidida a ponerlo todo patas arriba, y a mi eso me encanta jajaja.Pero vamos por partes. Primero, quiero hablar de la madre de Sebastián. Les encasqueta la niña a la fuerza, y lo peor, sin importarle la opinión de Duclack. La ningunea y parece que su concepto sobre ella no mejora...grrrr. Pobre Duclack, su vida ha cambiado tanto...Recuerdo cuando vivía con su padre y Diamante, una vida muy tranquila, con la única obligación de navegar y vivir aventuras. Las cosas han cambiado mucho, pero lo de Ariadna es ya demasiado. Es una descarada y parece decidida a seducir a Sebastián. Está encaprichada y lo quiere para ella. Duclack no se equivoca con ella y sabe que tiene que andarse con cuidado. Menuda es, enseñado plástico delante de Sebastián (me hace gracia como salía corriendo jajaja), alegando que no pasa nada, que son primos.Le gustará el dicho ese que dice "cuanto más primo, más te la arrimo" jajaja. Al menos parece que se portará bien con Pradito, que está encantada con su hermana mayor. Hay que reconocerle que trabaja muy bien y es buena profesional. Ya puede estar contento el dueño de la pizzería. Por cierto, menudo guarrillo es Narciso. Le miraba el culo delante de Irene. La pobre no se percata de ello. Con lo guapísima y elegante que estaba. Ay, qué risa cuando critica la pizzería pinypon y a los pinypon, este odio entre clicks y pinypon es cada día más fuerte jajaja. Por otra parte, no tiene muy buena acogida en el grupo de adolescentes por parte de las chicas. En seguida la ven venir. Aunque es Kim la que de verdad se enfada y se pone celosa. Ve en ella una verdadera competidora que le puede quitar el puesto de la más mona y deseada. Duclack tiene buena idea, al pagarle a Renzo para que se ocupe de ella (al menos se libra de ella un tiempo), pero mucho me temo que hará falta algo más para que esta chica deje en paz a Sebastián. Resaltar el bar tan bonito, la pizzería y los chicos de la performance, que son una auténtica pasada. Ahh, y me he reído mucho cuando dices que casi contratan a Sabrina jajaja. Pues mira, acertó con Ariadna. Seguro que con Sabrina las cosas habrían salido muy mal. ¡¡¡Son dos capítulazos!!!

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  2. Ariadna se está metiendo en camisa de once varas y contra toda una capitana pirata; espero que la oveja haya ido a por lana y salga trasquilada.

    Me he puesto al día con las historias y me han ido enganchando una tras otra, todas interesantes con decorados geniales, sacando partido a todos los sets.

    Me encanta lo bien reflejados que están los líos escolares y como incorporas temas actuales (como el virus) con el devenir de las múltiples historias paralelas de los diferentes personajes.

    Está claro que Wensus y tú habéis creado todo un mundo con vida propia.

    Un saludo,

    Sarrat

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