Embarazada: 2. Tienda de bebé

Doña Paca: - Va a ser difícil decidir con tantos modelos de cunas. Se la habíamos encargado a tu tío Julián y te la había hecho con madera de la mejor. Pero como siempre hacéis lo que queréis sin preguntar.

Pradito: - Esta es muy bonita.

Sus: - Mira este cochecito es como el que tenemos de Dante y Suselle.
Diamante: - No deberíamos deshacernos de él hasta después del parto, imagina que al final son dos otra vez.

Sus: - Si son dos otra vez, me muero....

Duclack: - Uno de estos estaría bien...

Doña Paca: - Nada de azul ni de rosa... un color que os sirva sea niño o niña y para lo que venga después.

Duclack: - Menuda dineral todo... Tú al menos podrás aprovechar algunas cosas de Dante y Suselle.
Sus: - Pues no te creas, porque muchas cosas como el carrito o la cuna eran enormes para dos y quiero algo más recogido.

Doña Paca: - El biberón... ya ves... Esto con piel de cabra te hace uno mucho mejor el tío.
Sebastián: - Mamá, por favor...

Duclack: - Esta me gusta. Es sencilla...
Sus: - No está mal... Pero no la veo cómoda tan baja.

Wen: - ¡Duclack! ¡Hermanita!
Duclack: - ¿También de compras para el bebé?
Wen: - Sí, tenemos encargada una cuna. Vengo a por ella.

Duclack: - ¿Qué teparece esta en blanco, Pradito?
Pradito: - ¡Me encanta!
Duclack: - A mí también. Es un poco cara...
Pradito: - Pero el bebé la merece.

Duclack: - Venid a cenar cuando queráis. Hace mucho que no veo a Estrella.
Wen: - No sale mucho. Está muy molesta con el embarazo.

Diamante: - Este cambiador nos vendría muy bien para el barco, con tanto bebé...

Duclack: - Nos llevamos este.
Sebastián: - ¡Duclack, no hagas esfuerzos! ¡Déjame a mí!

Sus: - A mí me gusta el azul.
Diamante: - Pues yo veo mucho más bonito este.

Sebastián: - ¿Estás segura de que quieres este?
Duclack: - Sin dudarlo.

Wen: - Me gusta este para mi pequeña. Es muy del gusto de Estrella.

Diamante: - ¡Sus, por favor!
Sus: - ¿A ti Wen, cuál te gusta más? Sé sincero.
Wen: - ¡El azul!
Diamante: - ¡Bah! ¡Estáis compinchados! ¡Sois mellizos que va a decir tu  hermano!

Vendedora: - ¿Y qué tal este? Tiene una combinación de los dos colores que os gustan.

Sebastián: - Me llevaré este peluche también.

Wen: - ¿Rojo o rosa? Hmm...

Duclack: - Ya estamos en casa...

Sebastián: - Ahora descargamos y preparo la cena...
Duclack: - Yo me daré un baño...

Pradito: - ¡Mamá, abre el seguro!

Doña Paca: - Al final habéis cargado bien al final.
Sebastián: - A ver cómo hacemos... Duclack, tú no cojas peso. Llama a Rita. A ver si está en casa.

Wen: - En un momento descargamos todo entre los dos, Diamante.

Suselle: - ¡Mamá! ¡Ya estáis aquí!

Wen: - Tú sujeta de ahí y yo tiro.

Wen: - ¡Tira, tira! ¡Más, más!

Dante: - ¡Papi!
Diamante: - ¡Dante, baja y échanos una mano a coger cosas!

Diamante: - Esto va aquí...

Diamante: - ¿Te gusta ahí?
Sus: - Hmm... ocupa mucho espacio. Pero bueno, dejémoslo de momento ahí.

Sebastián: - ¡Pradito, no saltes ahí!

Rita: - El cambiador en ese rincón queda bien. Y la bañerita la he dejado encima de la lavadora.
Duclack: - Gracias, Rita.

Duclack: - Otro día agotador... Se me hace raro ver la casa llena de cosas de bebé... Nunca pensé que tendría uno. ¿Y si algo sale mal? No nos traerá mala suerte todo esto.
Sebastián: - Amor mío, todo va a salir bien. Muy pronto tendremos a nuestro pequeño o pequeña correteando por esta casa.
Duclack: - Por cierto vas a dejar ya al médico que nos diga lo que es.
Sebastián: - No, de eso nada. Tiene que ser sorpresa como ha sido siempre aunque nos hubiera facilitado un poco las compras.
Duclack: - En realidad me da igual lo que sea. Lo único que deseo es que crezca fuerte y sano.
Sebastián: - A mí me gustaría que fuera una niña, tan guapa como su madre. Pero viniendo de una familia de cuatro hermanos varones... lo veo complicado.

Sebastián: - Me gusta como queda la cunita ahí.
Duclack: - ¡Qué ganas tengo de tenerlo entre mis brazos y ver su carita!
Sebastián: - Tendremos que esperar un poquito más.

                                                          Continuará...