viernes, 20 de julio de 2018

Pradito:2. Llegó la revolución a casa

Esa noche cuando llegamos a casa Sebastián me esperaba a mí sola. Su cara de sorpresa al verme aparecer con Pradito no la olvidaré jamás.
Pradito: - ¡Un leopardo! ¿Es tu mascota? ¡Me encanta!
Duclack: - Digamos mejor, que es uno más de la familia. Se llama Tinger. ¿Te cuento un secreto? Le gusta mucho que lo acaricien detrás de las orejas. Puedes ir a comprobarlo.
Mientras Pradito se hacía amiga de Tinger. Yo le hice un resumen rápido a Sebastián de la situación. Por suerte él lo entendió perfectamente y me ofreció como siempre su ayuda incondicional.
Sebastián preparó el baño con urgencia. No contaba con la resistencia de Pradito al agua.
Pradito: - No pienso bañarme. Los auténticos piratas no se lavan.
Duclack: - Ser pirata no es ser una cochina. Te vas a meter en la bañera sí o sí.
Duclack: - Vas a dejar el agua negra como el carbón. Habrá que rascar bien y frota también detrás de las orejas.
Pradito: - Y en los pies...
Duclack: - ¡Pero cómo puedes tener esos pies tan cochinos!
Pradito: - No te creas que me ha costado su tiempo... Jajajajajaja
Duclack: - Marranaaaa
Pradito: - Jajajajajajajaja
Duclack: - ¿Ves cómo no era tan horrible darse un buen baño? A mí me relaja mucho cuando me baño... y soy pirata. Desde hoy tomarás por costumbre darte una buena ducha todos los días. Ahora hueles muy bien.
Pradito: - Sí... jejejeje. Huelo a flores.
Duclack: - ¿Eh? ¿Pero qué es esto? ¡Por todos los vientos!
Duclack: - ¡SEBASTIÁN! ¡¡¡SEBASTIÁNNNN!!!
Sebastián: - ¿Qué sucede?
Duclack: - Mira esto... ¿Es lo que pienso?
Sebastián: - ¡Oh, Santo Cielo! ¡Tiene la cabeza llena de pipis!
Duclack: - ¡Por favor, necesitamos con urgencia, el código DI! 
Sebastián: - ¡Código NINO! ¡CÓDIGO NINO!
Pradito: - ¿Qué es el código NINO? Me pica la cabeza...
El código NINO se activó y Nino, el mejor peluquero del Playcity, estaba en casa de Duclack en menos de media hora.
Duclack: - Dino, perdona por llamarte a estas horas. Pero es una situación de urgencia que requiere de un profesional como tú.
Nino: - ¡Ohhh, madre del amor hermoso! ¡Nunca había visto tanto piojo junto! Esto es una invasión más terrorífica que la de la guerra de las galaxias. No hay salvación posible. La solución más eficaz es que tiremos por la radical.
Duclack: - Haz lo que tengas que hacer, Dino.
Nino: -El vinagre es bueno, sí, Sebastián. Pero os voy a dar un producto que vendemos en mi peluquería es un poco caro pero es muy bueno. Echándoselo durante un mes podrá prevenir.
Nino: - Ahora manten la cabeza recta, guapa.Ya verás qué corte más moderno y más fresquito te voy a hacer.
Pradito: - No quiero que me cortes el pelo.
Duclack: - Prado, el pelo crece. Además vas a estar muy guapa.
Sebastián: - En mi pueblo las clacks cuando se lo cortan se lo dan a la Virgen de la Clickarena.
Pradito: - ¿Puedo darle el mío a esa Virgen?
Nino: - Me temo que el tuyo no lo quiere ni la Virgen, guapa.
Nino: - Ya estás. Muy sexy y fresquita para el verano. ¿Qué? ¿Te gusta?
Pradito: - Está muy cortooo.
Sebastián: - Estás muy guapa, Pradito.
Nino: - Pareces Demi Moore en sus mejores tiempo.
Duclack: - Sí, estás guapísima.
Esa misma noche fuimos a casa de Diamante y Sus. Aunque Sebastián se había encargado de lavar la ropa de Pradito mientras se duchaba, necesitábamos con urgencia algo de ropa.
Diamante me abrió la puerta. Ya le había contado Duque la triste noticia de la muerte de Peralda y la nueva inquilina que tenía en mi casa. Le dio la bienvenida y Pradito le saludó como un angelito. Misteriosamente Diamante ejercía un poder sobre ella que era capaz de amansar su fiera interior.
Dante asomó la cabeza por la puerta intrigado por la voz de Pradito.
Diamante nos hizo enseguida pasar y Pandy se acercó a saludarnos.
Sus: - ¡Duclack! ¡Qué alegría verte! Diamante ya me ha contado.
Duclack: - Perdonad por venir sin avisar. Pero era un situación de extrema urgencia. Pradito no tiene de ropa más que la puesta y pensé que tal vez tuvieras algo para dejarme.
Sus: - Ya sabes que no tienes que avisar cuando quieras venir. Parece que tiene más o menos la misma talla que Suselle. Seguro que encontramos algo que le pueda valer.
Suselle: - Hola, me llamo Suselle y este bobo es mi hermano Dante.
Prado: - Hola Suselle, hola bobo. Yo soy Pradito.
Dante:- ¡No soy bobo! Pareces un chico con ese corte de pelo.
Pradito: - Tú, en cambio, pareces un grillo negro con ese pelo tan oscuro.
Suselle: - No le hagas mucho caso a mi hermano. Es un click. No da para más.
Dante: - ¡HABLÓ LA CLACK! Desde que tienes amigas mayores como Agnes te haces la interesante pero no eres ni media clack...
Pradito: - ¿Esta es vuestra habitación?
Dante: - ¡ABRE LA PUERTA!
Suselle: - Sí, compartimos cuarto. Pero espero que no por mucho tiempo. ¡No voy a abrir!
Dante: - ¡Es mi cuarto también! ¡Se lo diré a mamá!
Suselle: - ¡Ya estás tardando!
Un poco después...
Sus: - He encontrado este vestido que se puso Suselle para una comunión. Está prácticamente nuevo.
Pradito: - ¡ROSA!
Duclack: - ¿Eh? ¡¿Qué pasa con que sea rosa?!
Pradito: - No pienso ponerme un vestido rosa.
Duclack: - ¡Señorita, no estamos en situación para rechazar lo que nos dan!
Suselle: - Pero si es muy bonito. A mí me encanta, porque con él me siento como una princesa.
Duclack: - Yo no soy ninguna princesa. Soy pirata y tengo una reputación que mantener y que no pienso echar a perder con un vestido de princesa.
Sus: - ¡Pruebatelo! Aunque solamente sea para que veamos si es tu talla...
Suselle: - ¡Sí, pruebatelo!
Sus: - ¡Oh, estás guapísima!
Suselle: - ¡Sí, te sienta muy bien! ¡Tenemos la misma talla!
Pradito: - Pfffff...
Duclack: - ¿No tendrías algo más informal?
Sus: - Hmmm... Hay un pantalón azul, precioso, que se le ha quedado pequeño a Dante. Quizás le valga... Con una camiseta de Suselle...
Duclack: - Te está muy bien. ¿No me digas que esto no te gusta?
Pradito: - Sí me gusta. Esto es más de mi estilo...
Suselle: - ¡Qué guapa! Me hace ilusión que lleves mi camiseta. Esa siempre me gustó mucho.
Sus:- Ve con Suselle a tomar un vaso de leche con galletas a la cocina.
Dante: - ¡Ese pantalón es mío!
Suselle: - Era, tú lo has dicho. Mamá se lo ha dado.
Dante: - Hablaré con mamá.
Pradito: - Seguiría siendo tuyo si no estuvieras gordo...
Dante: - ¡Yo no estoy gordo!.
Pradito: - No metas la tripa para dentro si ya te la hemos visto el tripón todo el mundo.
Dante: - Grrrr... ¡Clickota!
Suselle: - Vamos a jugar; Pradito. Te enseñaré mis muñecas.
La relación entre Pradito y Dante no empezó con el mejor pie. Dante no le quitaba ojo mientras jugaba con su hermana. Esa clack conseguía sacarle de sus casillas. No permitiría que lo volviera a humillar. La miraba mientras planeaba formas de vengarse de ella.
Cuando se marcharon, Suselle le entregó a Pradito una de sus muñecas. Había nacido una gran amistad entre las dos niñas.
Duclack: - Gracias por todo, Sus. A ver si nos vemos más tranquilamente y nos ponemos al día.
Sus:- Sí, tenemos que hacer una quedada de chicas.
Duclack:- Hasta luego, Diamante. Me alegra mucho de que sólo fuera un susto lo del otro día. No podríamos vivir sin ti.
Suselle: - Si vienes otro día, podemos ir al parque juntas con las muñecas.
Pradito: - ¡Me encantaría!
Duclack: - ¿Lo has pasado bien con Suselle?
Pradito: - Sí. Nunca había tenido una muñeca. Ni tampoco una amiga. ¿Crees que Suselle quiera ser mi amiga para siempre?
Duclack: - Yo creo que tiene bastantes papeletas para serlo. Parece que habéis congeniado mucho.
Pradito: - Sí. En cambio, su hermano Dante es odioso. ¡Qué niño más insoportable!
Duclack:- ¿Dante odioso? Pero si es un encanto también mi ahijado.
Pradito: - Se metió con mi corte de pelo y me llamó clickota.
Duclack: - ¿Y tú no le dijiste nada?
Pradito: - Sí, grillo y gordo...
Duclack: - Entonces estáis en paz.
Duclack: - Dormirás aquí. Es el cuarto de invitados. Creo que estarás cómoda.
Pradito: - ¿Aquí sola?
Duclack: - Si necesitas cualquier cosa, sólo tienes que bajar. Estoy justo dos plantas debajo.
Duclack: - Buenas noches, pequeñaja.
Pero ese cuarto se hizo demasiado grande y frío para Pradito.
Cuando me di media vuelta, la vi allí, a mi lado.
Duclack: - ¿Qué haces aquí?
Pradito: - Tengo miedo. Tuve una pesadilla. Estaba en el barco con papá y de repente estalló una tormenta y el barco se llenó de agua y se empezó a hundir... ¿Puedo quedarme?
Duclack: - Está bien. Puedes quedarte. Pero sólo por esta noche.
No había vuelto a compartir mi cama  toda una noche con nadie desde hacía muchísimos años. Mi espacio para dormir es sagrado.  Pero aquella pequeña se hacía hueco en mi vida poco a poco y sin darme cuenta.
Cuando desperté, estaba sola en la cama. Salí medio zombi de la cama y tropecé con algo. 
Duclack: - ¡Maldita sea!
Recogí la muñeca del suelo y recordé entonces todo lo vivido el día anterior: el entierro de Peralda y como me había convertido en madre por un día.
 El olor a café me llevó hasta la cocina.
Sebastián: - Buenos días, capitana.
Sebastián como siempre se había encargado de todo.
 Pradito ya estaba desayunando.
Duclack: - ¿Qué es eso?
Pradito: - Tortilla francesa con ketchup.
Duclack: - ¿Para desayunar?
Pradito: - ¡Seeeh! Sebastián me dijo que me podía hacer lo que quisiera y es mi comida favorita.
Duclack: - Me parece que has abusado un poco de Sebastián.
Pradito: - ¿Qué haremos hoy? ¿Saldremos en el barco juntas? Quiero aprender todo para ser una capitana.
Duclack: - Hmm, lo siento pero hoy no puedo quedarme contigo. En cuanto termine mis ejercicios de meditación, saldré. Tengo cosas qué hacer.
Pradito: - Joo...
Duclack: - Ehh... no me pongas esa carita. Sebastián se queda contigo. Y para compensarte mañana pasaremos el día juntas en la ciudad. Además tenemos que ir a comprarte ropa.
Pradito: - ¡Biennn!
 Me puse la grabación de mi relajación guiada e intenté desconectar mi mente de todo lo que me rodeaba. Pradito se plantó en la puerta mirándome.
 Después se puso detrás y empezó a toquetear las teclas del piano haciéndolas sonar.
Duclack: - ¡Pradito! ¡Por favor, necesito estar sola! Así no puedo relajarme...
Pradito: - Es que me aburroooo...
Duclack: - Pero con lo grande que es la casa, ¿tienes que estar aquí?
Pradito: - No quiero estar sola.
Duclack: - ¿Qué tal si vas a jugar con Tinger un ratito?
Pradito: - ¡Vale!
Pradito: - Tingerrrrr, me encanta acariciarte. Vamos a explorar esta casa encantada. A ver qué descubrimos.
Tinger: - ##### (= ¡La que me ha caído encima!
 Pradito: - Aquí no hay nada interesante...
 Pradito: - ¡El camarote secreto de los piratas!
Pradito: - ¿Qué tal me queda el gorro de capitana? Soy Duclack, la pirata más temida de todos los oceanos.
Pradito: - ¡Adelante! ¡Al abordaje de ese barco inglés!
Tinger: - ####### (= Estás como una cabra)
 Pradito: - ¿Y aquí qué habrá?... Hmm... Otra habitación. Parece la habitación de Sebastián...
 Pradito: - ¡Qué cuarto de baño más pequeño!
 Pradito: - ¡Por aquí, Tinger!
 Tinger: - ######### (= Yo te sigo)
 Pradito: - ¡Uohh! ¡Libros! ¡Y cuántos tesoros!
Pradito: - Voy a dibujar el plano del tesoro en este libro... ¡Huy, ha caído un poco de tinta en la alfombra!... Bueno, no pasa nada... con un poco de saliva sale. ¡Anda, pues no!... Se ha hecho más grande la mancha...
Tinger: - ########## (= A Duclack no le va a gustar nada esto)
Pradito: - ¡Ohhh! ¡Tengo que alcanzar eso!
 Pradito: - Ya casi lo ten...go... Ainss
Tinger: - ############ (=¡Cuidado!)
¡¡¡PUMP!!!
Duclack: -¡Pero qué ha sido ese ruido!
Sebastián: - ¡Viene de arriba!
 ¡AHHHHHHH!
Duclack y Sebastián: - ¡Pradito!
Duclack: - ¡Pero qué has hecho!
Sebastián: - ¡Pradito!
Pradito: - ¡Ay! ¡Ay! ¡Ay!
Duclack: - ¿Has tenido suerte de no romperte nada!
Sebastián: - Mi abuela siempre dice que los niños son de goma.
Duclack: - ¿Pero qué hiciste para echarte todo lo de la estantería encima? ¿Te subiste a ella?
Pradito: - Quería ver ese busto de cristal del pirata... Me recordó a papá...
Duclack: - ¡Y estas manchas de tinta en la alfombra! ¡Mi libro de piratería! ¡Está todo pintorrojeado!
Pradito: - Ahora tiene un mapa del tesoro nuevo...
Duclack: - ¡Ainsss!
Sebastián: - No se preocupe, capitana. Vaya a hacer sus cosas. Yo ordenaré todo esto y limpiaré la alfombra.
Duclack: - Me preocupa saber si me quedará casa cuando regrese. Será mejor mantenerla entretenida y que no la pierdas de vista en todo el día.
                                           CONTINUARÁ

2 comentarios:

  1. Intenso el capítulo, me lo he leído en un momento. Pradito encaja a la perfección en el pequeño mundo de nuestros personajes, aunque sea un trasto. Con Duclack está encantada y se nota que la admira. Sebastián también parece haberse encariñado con ella (lo de la tortilla es una prueba irrefutable), a pesar de el estrés y exceso de trabajo que le provoca. La parte en la que Dino (yo pensaba que se llamaba Nino, qué mal) es muy divertida, el desastre que tenía en el pelo Pradito había que solucionarlo, sí o sí.
    Nino hace un gran trabajo y la deja como Demi More en sus mejores tiempo jajaja, este personaje debería salir más. El baño es una parte muy entrañable y las fotos son preciosas. Su padre le tendría mucho cariño pero la tenía a la pobre muy dejada, ¡lo que le debería picar la cabeza! Hace buenas migas con Tinger, aunque este se sorprende por sus travesuras. La que lía en un momento con la alfombra, el libro y la pintura jajaja. Con Suselle se lleva genial. Yo creo que es el nacimiento de una amistad verdadera, una amistad para toda la vida. Dante sin embargo es muy bruto con ella, aunque Pradito no se queda callada y se defiende. Al final quedan empatados en descalificaciones jajaja. Me he reído mucho cuando le dice que está gordo. Me ha venido a la cabeza Bart Simpson, con esa barrigota que tiene jajaja. El vestido rosa estaba claro que no era para ella. Su personalidad es distinta, con unas inquietudes que nada tienen que ver con las de ser una princesa. La ropa que al final lleva es perfecta, acorde a su personalidad y sus gustos, me encanta. Me la tengo que copiaarrr. Me siento un poco identificado con Duclack. Tengo a mi sobrina en casa y no hace más que decir que se aburre y viene a dónde estoy y habla por los codos y exige mi atención. Con la parte en la que la molesta con el piano es genial, muy representativa. Y por último, la parte en la que se va a dormir con Duclack. Que quiera dormir con ella significa que confía plenamente en ella, que se siente segura. Ayy, Duclack sin planearlo es toda una madraza. Sus y Diamante seguro que la ayudan en todo lo que necesite, experiencia tienen jajaja. Es una historia muy divertida, fresca y que le da un aire nuevo a nuestro pequeño mundo. ¡¡Quiero que siga ya!!

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  2. ¡Ostras qué se llamaba Nino! ¡Es verdad! Lo cambiare en cuanto pueda. Me gusta más su primer nombre. Me alegra mucho que te haya gustado. No sería lo mismo si no lo compartiera contigo.

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