sábado, 25 de agosto de 2018

Cambios: Capítulo 6 - La concentración motera

Por la noche César se presentó en la casa. Habíamos hablado por whatsappclick desde nuestro último encuentro pero fue una sorpresa que viniera.
César: - Hola, ¿está Duclack? Quería hablar con ella.
Rita: - No son horas de visita. No sé si va a poder atenderlo. Si espera un momento que la avise...
Pradito: - ¿Quién eres?
César: - ¿No te ha hablado tu madre de mí?
Pradito: - No...
César: - Soy César. Un viejo amigo de ella. Me gusta tu estilo motero con ese pañuelo rojo en la cabeza. Molas.
Pradito: - ¡Gracias! ¡Tú también molas con ese tatuaje!
Duclack: - ¡César! ¡Menuda sorpresa! Déjenos, Rita. Ya me encargo yo. Gracias.
Tinger se avalanzó hacia él para olisquearlo. Parecía reconocerlo después de tanto tiempo.
César: - Disculpa por presentarme así. Pero casualmente pasaba cerca de tu casa y te quería recordar que mañana es la concentración motera. Me encantaría que me acompañases. Llevas días encerrada. Te vendrá bien airearte.
Duclack: - Está bien, iré. Mi padre dijo que iría también. Hace mucho que no cojo la moto. Pradito, ¿te apetece venir a una concentración de motos?
Pradito: - ¿De motos? ¡Qué guay! ¡Sí!
Duclack: - Hmm... Le pediré a papá una antigua moto que tiene y que usaba conmigo. Es para llevar pasajero.
Al día siguiente por la mañana César vino hasta casa a recogernos e ir todos juntos motorizados hacia el puerto.
Duclack: - ¿Vas bien?
Pradito: - ¡Seeeh! ¡Genial! ¡Dale ceraaa mamiii!
Brrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrr
El puerto estaba tomado literalmente por moteros.

El restaurante de Camelo estaba hasta los topes.
César pronto reconoció a amigos suyos.
Intentamos hacernos un hueco entre tanta moto. Pradito estaba alucinado. Nunca había visto nada igual.
La concentración se había convertido en una cita obligada para moteros de distintos puntos de toda Clisandia, Wensuland e incluso del extranjero.
Unos presumían del sonido de sus motos mientras otros conversaban animadamente con los amigos o conocían colegas nuevos.
Vi algunos viejos conocidos.
Clicks y clacks de todo tipo de procedencia y estilos pero que compartían una misma pasión.
Formaban una gran familia.
Para algunos era su primera vez y para otros el quinto año que repetían.
César aparcó la moto y se puso a hablar con Moisés, que había llegado a primera hora.
A lo lejos divisé a papá con su moto.
Reconoció a uno de sus amigos y fue a saludarlo.
Después vino hacia nosotros.
Duclón: - ¡Cariño!
Duclack: - ¡Papá!
Pradito: - ¡Abuelito!
Duclón: - ¡Qué alegría veros aquí! ¿Qué? ¿Sigue tirando bien esta vieja gloria?
Duclack: - ¡Sí! Es perfecta para viajar con Pradito. Gracias por dejármela, papá.
Duclón: - Ya sabes que es toda tuya cuando la quieras.
Duclack: - No esperaba tanta gente. Hicieron bien en trasladarla aquí. Carmelo debe estar haciendo el agosto.
Duclón: - ¿Te gustan las motos?
Pradito:  - ¡Sí! ¡Es una pasada ir en ella! ¡Te da el airecito en la cara cuando va deprisa!
Duclón: - Bajad y tomamos algo en lo de Carmelo.
Duclack: - ¡Cuánta gente!
Duclón: - Menudo casco te has agenciado...
Pradito: - Era de mamá cuando era pequeña.
Duclón: - Sí, lo reconozco. Yo se lo regalé.
César: - Duclack, ¿te gusta el ambiente?
Duclack: - Me encanta. Me alegra haber salido de casa.
César: - Tenemos que quedar un día a echar una de nuestras carreras.
Duclack: - Adrenalina a tope. Sí, eso es lo que necesito para no pensar.
César: - Hmm... todavía piensas en él.
Duclack: - No puedo evitarlo.
César: - No te merece. Te ha cambiado a la primera de cambio por un trabajo mal pagado a miles de kilómetros. Yo te haré olvidarlo. Óyeme bien. ¿Sabes que es lo que yo más quiero en esta vida?
Duclack: - Eso es fácil, tu moto.
César: - Pues la regalaría si a cambio obtuviera tu amor.
Duclack: - Ya te dije que yo...
César: - Sí, ya sé que somos sólo amigos, que ahora mismo tu corazón está cerrado. Pero déjame que trate de abrirlo un poquito...
Duclón: - ¿Qué quieres tomar?
Pradito: - Clicka Cola
Duclón: - Ahora te pido una en lo de Carmelo.
Duclón: - ¡Esa música! ¡Qué movamos un poco los esqueletos!
Duclack: - Hola Renzo, ¿hay mesa libre?
Renzo: - Imposible, estamos desbordados. Tenemos lleno total y reservas hechas hasta las cuatro... Pero si queréis os puedo sacar algo de beber o picar aquí fuera.
Duclack: - Vale, gracias.
Pradito: - ¡Hola Renzo!
Duclón: - Sí, sácanos aquí unos botellines y no necesitamos sentarnos.
César: - Sin alcohol, que luego conducimos.
Lilu: - Tenía que haber abierto la boutique hace dos horas. ¡Cómo me he podido dormir así! Atajaré por el puerto.
Duclón: - Y le pedí que se casara conmigo justo en ese barco... Fue una locura. Pero nos amamos y ya tenemos una. ¿Para qué esperar?
Mario: - Bribón, eres un romántico empedernido en el fondo.

Pradito: - ¡Tienes moto!
Bruno: - Sí... No me gusta ir de paquete... Ya soy mayor y prefiero conducir mi propia moto.
Pradito: - ¿Mayor?... ¿Me dejas probarla?
Pradito: - ¡Soy motera! ¡Sí!
Bruno: - Baja ya...
Pradito: - ¡Eh! ¡Qué acabo de subir!
Carmelo: - Hoy ha sido una locura... Hemos hecho casi veinte paellas. Estamos agotados... Pero venid más tranquilos otro día y os invito a cenar.
César: - Gracias, por mí encantado. Cuando quiera Duclack, venimos. Nunca he venido y me gusta mucho cómo tenéis decorado el local con este rollo marinero.
Duclack: - Sí... un día venimos...
Mario: - ¡Pero esa loca dónde va con el coche!
Duclón: - ¡Si es la sobrina de mi mujer!
Lilu: - ¡Ay, madre! ¡Por dónde me he metido qué es todo esto!
Duclón: - ¡Lilu!
Mario: - ¡Qué está cortado!
¡¡¡Frenaaaa!!! ¡¡¡Pero está cegata!!! ¡¡¡Cuatro ojos!!! ¡¡¡Da marcha atrás!!! ¡¡¡Loca!!!
Con las diferentes voces gritándole, Lilu se agobió y se puso mucho más nerviosa.
Moisés: - ¡Pero si es la Lilu!
Moisés: - ¡Al finas has venido, rubia!
Lilu: - ¡Ay! ¡Ay! ¡Ay! ¡Qué hago! No puedo dar marcha atrás estoy atascada.
Moisés: - ¡Lilu, baja del coche! ¡Y déjalo ahí aparcao! ¡Ahí no molesta!
Moisés: - ¡Qué alegría verte! Dame dos besos, guapa.
Moisés: - ¿Quieres cerveza? Echa un trago ahí.
Lilu: - Yo...
Moisés: - ¿No serás un poquito escrupulosa?
Lilu: - Un poquitín sólo...
Duclón: - ¡Lilu! ¡¿Pero qué haces aquí, muchacha?
Duclón: - Vente anda, que están ahí Duclack y Pradito con unos amigos.. Hmm... ¿Lo conocías?
Lilu: - Me lo presentó Duclack el otro día... Pero voy a saludar a Duclack, sí.
Moisés: - Ya nos ha cortado el rollito el tío...
Duclón: - Ven, están allí... en la puerta del restaurante de Carmelo.
Lilu: - Gracias, tío Duclón. Y la tía Wenda, ¿también está por aquí?
Duclón: - No, ella ha preferido quedarse en casa. No le van mucho esto de las motos y las aglomeraciones de gente.
Duclack: - ¡Lilu! ¡Qué sorpresa!
César: - Hombre, ¿tú por aquí? Te hacía más de otro tipo de reuniones sociales... como ir a tomar té con pastitas...
Lilu: - ¿Cómo las viejas? ¡Ay! ¡Me ve mayor! Es por las arrugas...
Duclack: - No le hagas caso, Lilu, que está muy gracioso hoy él...
Lilu: - He llegado un poco por accidente. Pero ya veo que va a ser imposible ir a trabajar hoy, así que me quedaré con vosotros...
Duclón: - No la sueltas. ¿Te gusta mucho?
Pradito: - ¡Sí! ¡Quiero una moto así!
Duclón: - Tendrás que echar la carta a los Reyes Magos y portarte bien.
Bruno: - Si no bajas, se lo voy a decir a mi padre que es motero y tiene pinchos...
Pradito: - Grrrr...
Duclón: - Corre, ya estás tardando, niño. A ver quién es más motero y tiene más pinchos si tu padre o yo... Anda, baja. Aunque tardará un rato en volver con su padre, mejor que no estemos ya aquí.
Moisés: - Mira, esta es mi moto, Lilu. Cuando quieras te montas en ella, que yo te haré vibrar. Ya sabes, nena.
Lilu: - Tentadora oferta... Muchas gracias... Pero yo soy más de volar en primera clase...
César: - ¡Uhhh! ¡Menuda indirecta te ha tirado! Jajajajajaja
Lilu: - Ains...
Duclack: - Lilu, ¿estás bien?
Lilu: - Bueno... jeje...
Duclack: - Te noto rara. Ven... Vamos a apartarnos un poco...

Duclón: - Esta es como la roja que tiene Duclack. Sube a la niña en la moto, anda...
Pradito: - ¿Puedo?
Moisés: - ¡La niña sabe que puede subir cuantas veces quiera para eso es colega mía!
César: - Luego te subes a mi moto también. A ver cuál te gusta más.
Pradito: - Me gusta más esta, porque es más grande y como la de mi mamá.
Moisés: - Es una niña lista. Sí, señor. Así se habla. La mejor moto la del Moi... que se enteren todas las pibitas... Díselo bien alto.
Duclack: - ¿Qué sucede? ¿Te incomoda, Moi? Si quieres, puedo pararlo. Lo conozco y es muy buen tío pero puede ser un poquito pesado cuando le gusta una clack. Está algo desesperado por echarse novia.
Lilu: - Está peor que yo... y mira que yo necesito un click como el agua y el respirar. No es que me moleste... Si me hace reír a veces y al menos alguien siento que alguien muestra interés en mí... Es otra cosa.
Lilu: - Es...que me encuentro... Como te diría...
Duclack: - ¿Fuera de lugar?
Lilu: - Sí, eso es. 
Duclack: - Sé lo que es sentir esa sensación. No hace mucho la sufrí en el pueblo de Sebastián, después de una carrera de él y sus amigos...
Lilu: - Desde que no estoy con Duque me siento out en todas partes. No encuentro mi sitio... Hago cosas para integrarme. Pero ni contigo y tus amigos moteros ni con mi prima y mis amigas casadas todas y con niños ni con mi hermana Lulú y sus nuevas amigas alocadas de discotecas y buscando solteros en las aplicaciones de móvil para ligoteo... Siento que en ningún sitio encajo.
Duclack: - Lilu, no puedes tratar de amoldarte a los demás siempre. El chino Juan me dio un consejo hace tiempo: Busca tu esencia. Sé tú misma. Sólo así encontrarás tu verdadero yo y te sentirás bien. 
Lilu: - Yo misma... ¡Sí! ¡Tienes razón! ¡El chino Juan es muy sabio! ¡Lucharé por encontrar mi verdadero yo! El fracasar con Duque me ha hecho que me reprima y no quiera mostrarme tal y como soy ante los demás por miedo a no gustar... Me hizo bajar mi autoestima hasta tocar fondo. ¡Pero ya estoy harta! ¡No voy a cambiar! ¡Seguiré siendo la misma! ¡Hasta que alguien luche por mí, con mis defectos incluidos! ¡Y ya sé cómo empezaré a serlo! ¡Tengo que llamar a Nino! ¡Necesito una puesta a punto. ¡Mañana mismo empiezo la dieta y me apunto al gimnasio!
Duclack: - Bueno, tampoco te motives demasiado y quieras hacer todo en un día. Poco a poco...
Lilu: - ¡Soy Lilu! ¡Diseñadora de moda,  fashionista e influencer! ¡Y a quién no le guste que se dé la vuelta!
Comimos de tapeo por el puerto con Lilu y cuando se disolvió la concentración, regresamos a casa.
Duclón: - Ha estado muy bien este año.
Moisés: - A ver cuando es la próxima.
Duclack: - Vamos, señorita. A bajar...
Rita: - ¡Ya están aquí!
Duclack: - Rita, al final no has salido. Te di el día libre.
Rita: - Preferí adelantar tareas...
Duclón: - Esta clack es demasiado responsable.
Duclón: - Yo me voy ya para casa.
Pradito: - ¿Vendrás mañana?
Duclón: - No sé. Mañana me toca dedicar el día a Wenda, que hoy la he dejado muy sola. A ver si la animo para venir.
Duclack: - Vale pero por la noche iremos a casa de Sus que nos ha invitado a cenar.
Duclón: - Pues entonces lo mismo nos pasamos un rato por allí y así vemos también a nuestros otros nietos.
Brrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrr
Duclón: - ¡Hasta mañana!
César: - Duclack, ¿por la mañana harás algo? Si quieres, podemos dar una vuelta.
Duclack: - Tengo cosas que hacer... Ya te llamo yo otro día, César...
Pradito: - Rita, mira la moto de Moisés. Verás qué pasada.
Pradito: - ¡Ven, Ritaaa!
Rita: - ¡No me gustan las motos! ¡Son peligrosas!
Moisés: - Acérquese, no me como a nadie.
Rita: - ¡Ves! Es muy simpático. Yo te lo presento.
Pradito: - Moi, esta es mi nani Rita. 
Moisés: - ¿Quiere subir? Venga y le doy un paseo.
Rita: - ¡Nooo! ¡Perdone, caballero, esta niña que es muy lianta! Jeje...
Rita: - ¡Vamos para dentro!
Moisés: - Me ha llamado caballero. ¡Seeeeeh! ¡Creo que le gusto! La patata me palpita como una patata frita. ¡Me he enamorao!
César: - Duclack, ¿lo has pasado bien?
Duclack: - Sí, de verdad. Ha estado muy bien.
César: - Están montando una carpa de circo a las afueras.
Duclack: - ¿El Romani?
César: - No, es uno que nunca ha venido. Son alemanes y tienen espectáculos sorprendentes. Seguro que a Pradito le entusiasmaría. Si quieres, puedo conseguir entradas. El chico de la tienda de cómics regalaba la infantil con las compras.
Pradito: - Vale... Lo hablamos por whatsappclick.
César: - ¡Genial!
                 CONTINUARÁ

1 comentario:

  1. ¡Menuda concentración motera! Da gusto mirar las fotos examinando cada detalle. Hay motoristas que son una pasada, unos customs preciosos. Con esos pircings, tatuajes y ropa más radical. Tienes un montón de motos, son chulísimas. Carmelo está haciendo el agosto jajaja. Lilu se encuentra ahí metida por error, pero al final, ha sido una gran suerte. Hablar con Duclack le ha hecho ver las cosas desde otra perspectiva y con el consejo de Chino Juan, ahora está decidida a cambiar. Es justo lo que necesitaba. Moisés es un poco pesado, pero se nota que es buen click. Le gusta Lilu, aunque ella esté en otra onda. Su ruptura con Duque le ha dejado muy tocada a la pobre. Pradito disfruta como una loca, está viviendo cosas que de no estar con Duclack, jamás habría vivido. César me gusta, es un click atractivo y tiene un aire misterioso que me encanta. Duclack le da largas, no está preparada para iniciar una relación y ahora mismo, lo ve como un amigo. Lo del circo es una gran idea, además es alemán y es la primera vez que montan su show en Clisandia, ¡eso no nos lo podemos perder! Al menos Duclack ya sale y parece que vuelve a estar ilusionada. Espero que siga así y consiga salir de nuevo a flote.

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