sábado, 11 de agosto de 2018

Sebastián: Capítulo 12 - La clínica

Por la tarde, Sebastián y yo estuvimos ayudando en la granja. Conversábamos sobre el rodeo animadamente a la vez que trabajábamos.
Llenábamos unos cubos de agua para los animales cuando...
Duclack: - ¡Auhh! ¡Me ha picado algo!
Sebastián: - Déjame que vea. Parece una picadura de avispa. ¿Te escuece mucho?
Duclack: - Sí, ¡ay!
Sebastián: - Échate agua.
Sebastián: - Le ha picado una avispa.
Casimiro: - Se te está hinchando el brazo.
Paca: - Una picadura de esas puede ser mortal.
Sebastián: - No sabe si es alérgica.
Venancia: - ¡Corre al médico!
La Trini: - Es mejor que la lleves a la clínica y que se lo vean.
Teo: - ¿Qué ha pasado?
Miguel: - Le ha picado una avispa.
Julián: - Un click del pueblo se murió por eso.
Pradito: - ¿Se puede morir?
Duclack: - Pradito, claro, que no, sólo es una picadura. No te preocupes. Estáis asustando a la niña. Sois un poco exagerados.
Paca: - ¡Id a la clínica!
Casimiro: - Corre, Sebastián, llévala.
Teo: - Os acompaño.
Sebastián: - No, vamos mejor solos. Es un momento.
Duclack: - ¡Está bien! ¡Vamos!
Duclack: - Es bonito el edificio.
Sebastián: - Es muy básico, solo hay un médico para todo el pueblo cuando son cosas más graves, hay que ir a otro pueblo a doce kilómetros.
Sebastián: - Esperemos que no haya mucha gente y nos atiendan rápido.
Duclack: - Sí... Pradito se quedó preocupada.
Sebastián: - Adelante...
Sebastián: - Vaya... está más concurrido que la feria.
Duclack: - ¡Qué raro que dejen pasar a los perros!
Duclack: - ¿El último por favor?
Anciano 1: - Yo vengo sólo a por recetas.
Anciano 2: - Y yo a preguntar una cosa sobre un medicamento...
Anciana: - Oye, hermosa, tienes que dar la tarjeta primero a esa señorita y ya te apunta...
Susana: - ¡Sebastián! Venid por aquí.
Sebastián: - ¡Susana! No sabía que trabajabas aquí.
Duclack: - ¡Hola! Me alegra volver a verte.
Susana: - ¡Hola, guapa! ¡Y yo a ti! Sí, Sebastián, llevo ya tres años. Estudié auxiliar de enfermería a distancia y conseguí este trabajo, ahora atiendo en las tareas administrativas y de enfermería de la clínica. ¿Es para ti, Duclack?
Duclack: - Sí, me ha picado una avispa y se me está hinchando mucho. Creo que soy alérgica.
Susana: - Has hecho entonces bien en venir. ¿Tienes la tarjeta sanitaria?
Duclack: - Sí...
Anciano: - ¡Oiga que yo estaba antes y este señor también! ¡No se cuelen!
Duclack: - ¡Ah! Pues atiéndalo a él primero. Si yo puedo esperar.
Anciano: - Es que la clínica es para los del pueblo primero, no para los forasteros.
Susana: - No se preocupe don Manuel, que yo lo atiendo enseguida y podemos atender a todos. ¿Quería recetas?
Anciano: - Sí, estas. Pues deme que yo se las paso enseguida a la doctora, para que las firme.
Anciana: - Siéntate aquí, guapa, que nos toca esperar un poquito. Está atendiendo a un señor. Hay revistas ahí, por si quieres entretenerte.
Anciano: - Ya tengo mis recetas. ¡Adiós!
Sebastián: - ¿Estás bien? Te está subiendo eso...
Duclack: - Sí, ahora me escuece mucho más.
Anciano: - Otro que se va. Un consejo, moza... Para las picaduras de avispa, barro.
Sebastián: - ¡Don Severiano! ¿Está usted bien?
Severiano: - Sí, ya me ha visto la doctora. Un catarro malo que no se me terminaba de curar...
Sebastián: - ¡Cuídese!
Severiano: - Gracias, dale recuerdos a tu abuelo.
Sebastián: - Por supuesto, de su parte.
Doctora: - ¡Don Nicolás Martínez!
Anciano: - ¡Aquí!
Don Nicolás: - ¡Vamos, Bastón!
Sebastián: - ¡¿Juani?!
La Juani: - Aquí tiene las radiografías. Bastón está perfecto, por suerte no hay ninguna lesión interna.
Sebastián: - ¿Nos hemos equivocado? ¿Es esto la clínica veterinaria?
Duclack: - ¿Atienden también a animales?
Anciana: - Nooo, ella es la veterinaria del pueblo. Pero cómo el doctor que teníamos de toda la vida se ha jubilado y llevamos dos meses sin que nos manden sustituto, ella se ofreció gratuítamente para atendernos mientras tantos por las mañanas aquí y por las tardes a sus animales como siempre. Firma recetas, arregla huesos y lo que se tercie. Es más lista esta doctora. Todo el pueblo la queremos.
La Juani: - Pero para la inflamación es mejor que le ponga esta pomada durante ocho o diez días.
Don Nicolás: - Muchas gracias, doctora.
Duclack: - No me lo puedo creer...
La Juani: - ¿El siguiente?
Anciana: - Pasad vosotros, que te vean ese brazo, que es más urgente, si yo sólo vengo para hacerle una consulta y porque aquí se está fresquito y puedo leer las revistas.
Anciano: - Yo tampoco tengo que contarle mucho. Me vio ayer. Pero me gusta también venir aquí y ver a la gente.
La Juani: - Pasad entonces, Sebastián...
Duclack: - Espero que no se vengue conmigo por haberle ganado en el rodeo...
Sebastián: - Ella es muy profesional. Nunca haría eso.
Duclack: - Lo creo... pero tratando a animales...
La Juani: - Contadme, me ha pasado Susana el informe. ¿Así que te ha picado una avispa?
Duclack: - Sí, y se me está inflamando mucho. Tengo alergia, creo... De pequeña me picó una y eso dijo mi padre...
La Juani: - A ver que le echemos un vistazo. Siéntate en la camilla, por favor.
La Juani: - Sí que está feo... Te voy a quitar el aguijón que aún está dentro y te lo voy a desinfectar bien...
La Juani: - Te va a molestar un poquito pero va a ser rápido.
Duclack: - ¡Ay!
Sebastián: - ¡Ufff! ¡Mi Duclack! Me duele más a mí que a ti...
La Juani: - Ya está. No ha sido para tanto, ¿no?
Duclack: - No...
La Juani: - Te pondré un poco de pomada y te lo taparé con hoja de eucaliptus que es lo mejor para estos casos...
Duclack: - ¿Esa pomada es para perros?
La Juani: - Sí, pero es buenísima. Confía en mí, jajaja.
La Juani: - Ya está. Y ahora por si eres alérgica y te da reacción, tengo que ponerte una inyección.
Duclack: - ¿Una inyección? ¡Upps! Odio las inyecciones. ¿No puede ser una pastillita o un jarabe mejor?
La Juani: - Lo siento pero para esto tiene que ser con un inyectable...
Sebastián: - Duclack, no seas miedica. Una pirata no puede temer las inyecciones.
Duclack: - Ainsss...
La Juani: - A ver, pon el culete...
Duclack: - Upps...
Sebastián: - (No puedo mirar).
Duclack: - ¡Auuuuh!
La Juani: - Pero serás quejica... Los niños se portan mejor... Venga, ya está.
Sebastián: - ¿Estás bien?
Duclack: - Me duele el pompis...
La Juani: - Esperad un poco que os rellene el informe.
La Juani: - Así que estáis pasando unos días en el pueblo.
Sebastián: - Sí...
La Juani: - ¿Y lleváis mucho tiempo juntos?
Duclack: - Casi un año desde que vivimos juntos...
La Juani: - Vaya... Bastante tiempo. Ya conoceréis vuestras manías.
Duclack: - Sebastián no tiene manías. Es tan cariñoso y atento. Convivir con él es una maravilla... Cocina como los ángeles, ayuda en casa y para otras cosas más íntimas de pareja sabe satisfacerme plenamente. Para mí es el click ideal... Me siento muy afortunada de haberlo conocido.
La Juani: - Sí... siempre fue un click único...
Sebastián: - Bueno, si nos das el informe... tenemos prisa...
La Juani: - Un momento... Si ves que te da fiebre toma una de esas pastillas cada doce horas.
La Juani: - Puedes llevártelas. Como necesitarás pocas te doy el cartón.
Duclack: - Gracias.
La Juani: - Y aquí tenéis el informe...
Duclack: - Genial, adiós.
La Juani: - ¡Sebastián, espera!
Sebastián: - ¿Sí?
La Juani: - Sebastián, me gustaría que habláramos en privado. Te debo una explicación.
Sebastián: - Llega un poco tarde, ¿no? No tengo nada que hablar contigo, Juani. Sé feliz con tu familia, tu trabajo y tu marido, que yo ya estoy tratando de serlo.
La Juani: - Sebastián...
Duclack: - ¿Qué te ha dicho?
Sebastián: - Nada...
Duclack: - ¡Cómo que nada! ¡Te ha llamado!
Sebastián: - Mira, Duclack... Prefiero no hablar. Ya te has pasado bastante contándole lo maravillosa que es nuestra vida juntos en la ciudad...
Duclack: - ¡Eh! ¡Tampoco le he contado una mentira! Vivimos juntos desde hace un año aunque fuera una relación profesional... Y ahora con todo lo que ha pasado... Sólo le quise hacer de rabiar un poquito para que viera lo que se ha perdido por petarda...
Sebastián: - Duclack, por favor, no tengo ganas de hablar. Vamos a casa.
Duclack: - Encima que yo he sido la que ha soportado la inyección que me ha puesto de banderilla... Ffffff...
 
CONTINUARÁ

No hay comentarios:

Publicar un comentario