domingo, 26 de agosto de 2018

Cambios: Capítulo 7 - La boutique

A la mañana siguiente dejé a Pradito duchada y vestida esperando a Rita para empezar sus clases y salí a la calle. Quería comprar un regalo para Wenda. Próximamente era su cumpleaños y me apetecía tener un detalle con ella y limar las asperezas que habían podido surgir después de la noticia de su enlace con papá, tras su viaje en barco. La nueva boutique de Lilu me pareció el lugar perfecto para encontrar algo para ella.
Aún no había estado en ella. Lilu había acabado fatal con su amiga Hilary, con la que puso a medias su primera tienda de ropa. La habían cerrado  y cada una siguió por su lado. Lilu había alquilado un coqueto local en el centro. En él abrió una boutique con sus propios diseños. 
 Sin duda, el escaparate estaba decorado con el gusto de Lilu.
 Había bolsos, sombreros, zapatos, guantes, perfumes...
 Eché un vistazo en los otros escaparates.
 Y en el lateral de la tienda donde había un cartel anunciando los distintos productos.
Finalmente me decidí a entrar.
Lilu: - ¡Duclack! ¡Qué sorpresa!
Duclack: - Te ha quedado preciosa la tienda. No había podido venir aún.
Lilu: - Gracias... He puesto en ella todos mis ahorros...
 Duclack: - Y tu buen gusto. No hay más que mirar el escaparate para darse cuenta de ello.
Duclack: - Este espejo parece que favorece...
Lilu: - ¿Querías algo o viniste sólo a verme?
Duclack: - Pues sí, sí quería. Estoy buscando un regalo para tu tía Wenda. Es su cumpleaños esta semana y me gustaría tener un detalle con ella. ¿Me ayudas?
Lilu: - Mira, tal vez unos zapatos o una cartera, un bolsito...
Duclack: - Hmm... no sé...
 Lilu: - O si no puedes comprarle un colgante para el cuello o un collar. Los hay muy bonitos.
Duclack: - ¿Y todo esto lo diseñas tú también?
Lilu: - Sí. Todo lo que hay en la tienda. Son diseños exclusivos y originales. Me inspiro mucho en la moda que veo de las estrellas en las revistas y en la tele.
Duclack: - Me gusta este bolso. Es grande y perfecto para llevarlo a diario.
Lilu: - Sí, a la tía Wenda le gustan además así grandotes para cargarlos bien de cosas.
Duclack: - ¿Te gusta más este plateado? Es bonito también...
Lilu: - Hmm... Creo que el verde es más del estilo de la tía.
Duclack: - Pues no lo pienso más. El verde me llevo.
Duclack: - Se ve que se llevan de nuevo este tipo de faldas. En el pueblo  vi a varias chicas que las vestían parecidas. Son muy bonitas.
Lilu: - Pues ya está envuelto. Espero que le guste.
Duclack: - Seguro que sí. ¿También tienes perfume?
Lilu: - Sí, tengo varias fragancias. He introducido algunas novedades. Quería salir de la típica tienda que tenía antes... Ya sabes... Hi era tan cerrada de mente.
Duclack: - Haces muy bien. Hay que abrir el abanico.
 Duclack: - Hasta pronto, Lilu. Me alegra verte más animada.
 Lilu: - Sí, ya me he apuntado al gimnasio. Y a ver  si voy mañana a la pelu y me hago algo con estos pelos.
 Lilu: - Ainss...
 Duclack: - Menos mal que no he aparcado muy lejos...
 Duclack: - Voy para casa derecha que Rita ya tendrá la comida y no soporta la impuntualidad.
Por la noche fui a casa de Diamante y de Sus con Pradito para cenar. Los niños se pusieron a corretear y jugar mientras nosotros nos sentamos un rato a hablar de nuestras cosas, antes de la cena.
Diamante: - Ya he apagado del horno los pimientos.
Duclack: - ¿Te hecho una mano con la cena?
Sus: - No, tranquila, Duclack, que para un día que Diamante se encarga de ella. Y tampoco creas que se ha complicado mucho que los pimientos los rellené yo esta mañana y él sólo tiene que estar pendiente del horno y hacer las hamburguesas a la plancha.
Diamante: - Me dijo Sus que iríais juntas a comprar el material escolar de los niños y los libros. 
Duclack: - Sí, así me ayuda, porque yo estoy muy perdida.
Sus: - Han publicado ya la lista en la web del colegio.
Diamante: - Has hecho muy bien en apuntar a Pradito al mismo colegio que van Dante y Suselle.
Duclack: - Tenía mis dudas. Prefería apostar por lo público como con Renzo. Pero creo que a Pradito le hará bien contar con Suselle y Dante.
Sus: - Me dijo mi madre que estuvo tu padre en la concentración de motos y que os vio a Pradito y a ti.
Duclack: - Sí, al final me animé a ir. Estuvimos con César y sus amigos. Lo pasamos bien.
Sus: - Ese César siempre ha tenido mucho interés en ti...
Duclack: - Bueno... él sabe que yo no quiero nada de tipo amoroso ni con él ni con nadie... Es simpático pero no me gusta en otro sentido...
Sus: - Pues a mí me gusta, porque parece que te ha levantado el ánimo.
 Cenamos los seis mientras conversábamos animadamente.
 Pradito: - ¡Es más grande que yo esta hamburguesa!
 Dante: - ¡Pandy! Siempre se viene a mi lado...
Pradito: - ¿Le das lechuga?
Dante: - Sí, le encanta.
Duclack: - ¿Sólo vas a tomar ensalada?
Sus: - Sí, yo ya sabes que la carne no...
 Duclack: - Hay hamburguesas vegetarianas. Creo que las vi en el nuevo supermercado.
Diamante: - Las probamos hace poco pero a Sus no le gustan mucho. 
Sus: - No, sabían raras... A ver si pruebo un día a hacer unas yo...
Duclack: - Diamante, te han salido riquísimas. 
Diamante: - La carne es fresca y la mejor. Es de la carnicería de la Ramona, la madre de Pinhead.
Duclack: - ¿Le compráis a esa gente?
Sus: - A mí no me gusta. Pero a Diamante y a Dante les gusta la carne de allí.
Diamante: - Sus padres no tienen la culpa de lo que hace su hijo. El padre además es una bellísima persona.
Sus: - ¿Y los pimientos rellenos? ¿Los has probado?
Duclack: - Ahora pruebo uno.
Pradito: - Yo sí y están deliciosos. Me recuerdan a la comida del pueblo.
Dante: - ¿Viste cerdos también en esa granja?
Pradito: - Sí, había de todos los animales. Quería traerle un conejito a Sus, al que bauticé como Nube pero no pudo ser. Se quedó con su familia...
Suselle: - ¡Ohhh! Me hubiera encantado...
Dante: - A lo mejor ahora te estás comiendo a un primo de esos cerditos... Piénsalo bien antes de dar otro bocado...
Pradito: - ¡Noo! ¡Mamá! ¿Eso es verdad?
Duclack: - ¿Eh? ¿El qué?
Suselle: - Mamá, Dante dice que nos estamos comiendo a los primos de los cerdos que Pradito vio en el pueblo...
Sus: - ¡Dante! ¡Deja comer a las niñas tranquilas o te vas a la cocina!
Dante: - Joo, no se puede decir nada...
Suselle: - Alcánzame ese otro plato, Pradito.
Duclack: - Huy, pero recogen la mesa ellos...
Sus: - Sí, aquí tenemos que colaborar todos. Les estamos dando responsabilidades, que si no, todo me toca a mí...
Duclack: - ¡Qué formales! Es verdad. Es mejor que aprendan desde pequeñitos. Aprende, Pradito. A ver si le ahorramos algo de trabajo a Rita.
Sus: - Pues precisamente de eso te quería hablar, Duclack. Me la encontré el otro día y está muy agobiada. Le viene grande tanta tarea.
Duclack: - Pero si no se queja nada.
Sus: - Pues conmigo se desahogó y dice que no puede más.
Duclack: - No me lo puedo creer. Ayer le di el día libre y se quedó en casa limpiando. Es tan... perfecta.
Diamante: - Esa clack necesita desmelenarse. ¡Una buena juerga pirata! Está demasiado rígida todo el tiempo... La vi por la calle y va como un palo de tiesa.
Sus: - ¡Dante, trae la fruta y helados!
Dante: - Vaaaale...
 Pradito: - ¿Dónde dejo los vasos?
 Suselle: - Por aquí.
 Dante: - ¿De qué queréis los helados?
 Suselle: - ¡Yo de naranja!
 Dante: - El de chocolate para mí.
 Pradito: - ¿De qué sabores hay?
 Dante: - Ven y lo miras tú...
 Duclack: - Te has pillado un twister.
 Pradito: - Sí... Quería el de chocolate pero Dante se lo cogió primero...
 Sus: - Pero Dante qué poco caballero estás hecho... Es tu invitada.
 Dante: - Buah... es una quejica... como Suselle.
 Diamante: - Pradito, ¿estás preparada para ir al cole?
 Pradito: - No pero qué remedio.
 Suselle: - No te preocupes. Espero que nos toque en la misma clase y nos podamos sentar juntas.
 Pradito: - ¿Qué es eso?
 Dante: - ¿Esto? Una tablet. ¿Nunca has visto una?
 Pradito: - No...
Ding-dong
Diamante: - Serán los abuelos.
Suselle: - ¡Yo abro!
 Suselle: - ¡Abuela!
 Wenda: - ¡Mi tesoro!
Diamante: - Yo me siento aquí ya. 
Duclack: - ¿Recogemos el mantel?
Sus: - Sí.
Dante: - Tengo muchos juegos y aquí puedes ver vídeos graciosos... Mira este juego es de piratas.
Pradito: - Hala...
 Duclón: - Buenas noches. ¿Ya habéis cenado?
 Sus: - Sí, ya no llegáis a tiempo.
 Duclón: - Nosotros hemos cenado en lo de Carmelo. Nos ha puesto una mariscada que no veáis como nos hemos puesto las botas... Estaba allí Duque con la clack esa con la que sale ahora. Se ve buena clack pero me da una pena de Lilu...
Sus: - Sí... La pobre no termina de levantar cabeza...
Dante: - Aquí estaremos mejor. Te voy a enseñar otro juego que es de mis preferidos...
Pradito: - ¿Carreras de coches? 
Suselle: - Buah, a mí ese no me gusta. Pon el de las princesas. 
 Dante: - He hecho 362.00 puntos. A ver si eres capaz de superarme...
 Pradito: - ¡Eso está hecho! Dame...
 Duclack: - Papá, ¿mañana os podéis pasar por casa? Tengo algo para Wenda.
 Wenda: - Te has acordado de mi cumpleaños. Muchas gracias. No tenías que haber comprado nada.
 Cuando se fueron mi padre y Wenda, estuvimos hablando Diamante, Sus y yo tranquilamente.
 Sus: - A ver si te gusta este té moruno. Es muy digestivo. A mí me encanta hacerme la infusión antes de dormir.
 Diamante: - Lo que están buenos son los bombones de la confitería. Toma, que no queden ahí...
 Sus: - ¿Entonces no te ha escrito ni nada?
 Duclack: - No, no sé nada de él desde que se fue...
 Sus: - Duclack, si no lucha por ti, no te merece.
 Diamante: - Eres una gran clack y puedes tener a cualquier click...
 Duclack: - No quiero a cualquier click... Mi corazón es de él.
 Duclack: - ¡Venga, Pradito! ¡Qué nos vamos a casa!
 Pradito: - Un poquito más ,por favor... ¡Qué casi le gano en esta última!
 Duclack: - ¡Es muy tarde! Otro día te lo deja y juegas.
 Pradito: - ¿Y no me puedo quedar a dormir?
 Duclack: - Pero si no te has traído pijama ni nada. Otro día. Venga. Despídete.
 Sus: - Menudo trío tenemos...
 Pradito: - Hasta otro día. Me debes una partida, Dante.
                  CONTINUARÁ

1 comentario:

  1. Ayyy que capítulo tan divertidoooo. Me encanta la tienda de Lilu, la forma en la que la has decorado es una pasada. Es la tienda Playmobil que todos soñamos que vendan alguna vez. Duclack le regala un bolso precioso a Wenda, que estaba pensando, ¿es su madrastra? Jajajaja. Madrastra siempre suena a mala jajaja. A decir verdad, para Wenda, Duclack es como una hija. Sin estar con Duclón, ya la quería mucho. Seguro que le encantará el bolso. Es un capítulo muy divertido y me gusta especialmente porque has ya has plasmado la realidad, una cotidianidad muy distinta de hace unos meses atrás. Los tres niños juntos, jugando y tomando todos los rincones de la casa (por fin le sacamos provecho a la entrada jajaja, que la usamos poquito), y con las nuevas tecnologías, muy típico de los niños de ahora. Sus y Diamante hablan con Duclack, al menos ahora sabe que Rita está al límite y necesita que le echen una mano. Seguro que Duclack pone remedio. La cena está genial, Sus sigue siendo vegetariana y se conforma con la ensalada mientras los demás se comen sus hamburguesas (mira que Dante es malo diciendo lo de los cerditos jajaja). Y que Pradito se quiera quedar a dormir, es taaaaaan real. Les encanta estar juntos. He disfrutado muchísimo, ¡¡estás que te saleees!!

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